Señuelo T-MEC encandila a opositores // 4T, nacionalismo defensivo // Consecuencias electorales // Escorcia pide asilo en Suecia
la acometida de Estados Unidos, Canadá y grupos empresariales y políticos de México contra la política energética del presidente López Obrador, éste ha respondido con un ánimo que ha ido de la banalización cumbiera (el Chico Che como primera respuesta) al atrincheramiento político e ideológico (la conspiración de intereses afectados por el nacionalismo en materia de petróleo, electricidad y litio).
No hay en el Presidente mexicano una postura recién hilvanada. Como dirigente partidista, candidato presidencial y ahora titular del Poder Ejecutivo, ha sostenido una línea discursiva que, ya en Palacio Nacional, se ha traducido en proyectos como Dos Bocas y la modernización de refinerías, en una batalla técnica y legal para devolver al Estado importantes porciones del negocio eléctrico privatizado por sus antecesores y en un todavía incompleto esfuerzo por mantener para el interés nacional el estratégico rubro del litio (incompleto en cuanto firmas extranjeras se valen de concesiones vigentes para seguir beneficiándose del litio tan codiciado).
Ansiosos por encontrar apoyos extranjeros, dado que en lo interno no han podido avanzar en su batalla contra el obradorismo, grupos mexicanos de élite creen llegado el momento de abatir política y económicamente al gobierno de la llamada 4T, sin darse cuenta de que el planteamiento andresino de reivindicación energética tiene un respaldo social amplio no sólo por los méritos que tuviera el mencionado planteamiento de AMLO, sino por el historial de corrupción, saqueo y complicidades que acompaña al pripanismo empresarialmente X, ahora reticente.
Invocar un Tratado de Libre Intervencionismo contra López Obrador y solazarse de presuntas pérdidas multimillonarias de México en un litigio internacional va incluso contra los intereses electorales de esos grupos: Palacio Nacional bien podría aprovechar, al estilo judo, el empuje de estos adversarios para incentivar el nacionalismo defensivo ante nuevos embates del extranjero y sus aliados nativos.
Ya, desde ahora y a menos que en un insólito acto de inteligencia política esos adversarios se llegaran a retraer y dejaran que el litigio T-MEC fluyera solo sobre esos cauces externos, el proceso sucesorio morenista tiene una nueva bandera o un tema más en esa bandera, como es la defensa del interés nacional ante los ataques de quienes desde aquel domingo de abril de este año, en que rechazaron una reforma eléctrica, han sido denunciados como traidores a la patria.
Los responsables también son el gobierno, sobre todo el mandatario (el emecista Enrique Alfaro) y el alcalde de Zapopan (Juan José Frangie, del mismo partido). Ellos son culpables, por ineptos, señaló Itzi Solano, directora de Vinculación Ciudadana de la Confederación de Derechos Humanos. En la imagen, protesta afuera de la representación de Jalisco en la capital del país.Foto Alfredo Domínguez
Alberto Escorcia, especialista en redes sociales, específicamente en posicionamiento en Internet, solicitó el pasado 16 de junio asilo político en Suecia. En www.underground.com, un emprendimiento periodístico registrado en Bélgica
, se explica que tras una década de continuas amenazas por sus denuncias y revelaciones sobre la manipulación política de las redes sociales, el periodista Alberto Escorcia no esperó a ser uno más de la elevada cifra de colegas asesinados en México
.
En un relato bajo su firma, el mexicano relata una serie de incidentes relacionados con su actividad profesional, tanto de parte de clientes individuales deseosos de contratar servicios para fines ilegales, como de acoso y amenazas por parte de “mafias de bots” ubicadas en distintos puntos cardinales de la política mexicana.
En una parte de su escrito, Escorcia se refiere a “la manipulación masiva de la población entera de un país en las redes sociales. Hablar y denunciar que esto existe supone un enorme riesgo, no sólo por la gravedad del alcance que tienen estos ejércitos de manipulación, sino también porque suponen un negocio gigantesco. En 2018 se cobraba hasta un millón de pesos por un trending topic en Twitter en el que podían participar hasta 50 personas. Veinte mil pesos por un día de trabajo. Muchos de estos criminales se confesaron conmigo, quizá por la enorme soledad en la que viven, que son ellos los que ‘dominan Internet en México’” (https://bit.ly/3PsjWsZ). ¡Hasta el próximo lunes!
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