Berlín. Rusia reanudó parcialmente este jueves el flujo de gas hacia Europa tras una suspensión de las operaciones del gasoducto Nord Stream, pero Moscú mantiene a mano un arma de la cual depende la seguridad energética de la Unión Europea de cara al invierno.

Tras 10 días de mantenimiento anual de este gasoducto, que comunica los campos de Siberia con el norte de Alemania y que se encuentra en el centro del enfrentamiento geopolítico entre Europa y Rusia, Europa temía que el gigante energético ruso Gazprom cerrara el grifo de forma definitiva.

Rusia volvió a abrirlo, pero sólo a 40 por ciento de su capacidad, es decir al mismo nivel que antes de que comenzaran las tareas de mantenimiento, según datos del operador alemán de esta red, Gascade, y de la Agencia Federal de Redes, que regula la energía en Alemania.

Nord Stream transporta aproximadamente un tercio de los 153 mil millones de metros cúbicos de gas que compra anualmente la Unión Europea.

Gazprom redujo drásticamente sus entregas a través de Nord Stream desde mediados de junio, alegando la ausencia de una turbina, en mantenimiento en Canadá.

El funcionamiento a 40 por ciento de la capacidad de Nord Stream implica un riesgo de que el aprovisionamiento sea insuficiente para las empresas y los particulares en los meses de invierno.

Para evitar una crisis mayúscula la Comisión Europea propuso el miércoles un plan para disminuir en 15 por ciento de la demanda de gas a corto plazo, justo en esta época en Europa disminuye el consumo de energía.

Vladimir Putin insinuó esta semana que el gasoducto podría funcionar a 20 por ciento de su capacidad a partir de la próxima semana, alegando que una segunda turbina entrará en mantenimiento a finales de julio.

La guerra en Ucrania ha generado una pugna entre Rusia y los países occidentales que impusieron una serie de sanciones a Moscú.

Rusia responsabilizó a los occidentales por los problemas técnicos en el suministro de gas a Europa. Son las restricciones las que impiden reparar los equipos, especialmente las turbinas en las estaciones de compresión, afirmó el jueves el portavoz de la presidencia, Dmitri Peskov.