Una jueza de control vinculó a proceso a 10 detenidos en el enfrentamiento con policías ocurrido el 12 de julio en Topilejo, alcaldía Tlalpan, por su presunta participación en los delitos de homicidio en grado de tentativa, secuestro, contra la salud, posesión de armas de fuego en su modalidad de acopio, asociación delictuosa y cohecho.

En la audiencia de continuación, luego de que sus defensas solicitaron la duplicidad de término constitucional para definir su situación jurídica, la impartidora de justicia les fijó la medida cautelar de prisión preventiva oficiosa y estableció un plazo de cuatro meses para la investigación complementaria.

Ernesto Díaz Aceves, abogado de dos de los imputados, afirmó que no existe un solo dato que refiera que son integrantes del cártel de Sinaloa, por lo que intentarán desestimar las pruebas presentadas por el Ministerio Público.

Señaló que algunos datos de prueba no obran en la carpeta de investigación, como que hacen mención que nuestros defendidos dejan en el suelo las armas, no hay cadena de custodia, no hay ninguna puesta a disposición de que tengan algún tipo de máscara o pasamontañas.

Añadió que los policías refirieron que reconocieron a uno de sus clientes a través de la voz, pero no hay pruebas periciales en fonética que lo acredite, señaló a la salida de la audiencia que se realizó en las salas orales del Poder Judicial de la Ciudad de México y se prolongó por siete horas, en medio de un fuerte dispositivo de seguridad.

El abogado Humberto Ledezma denunció que fueron golpeados, torturados y hasta les dieron descargas eléctricas cuando los detuvieron, en el traslado y durante su estancia en la Fiscalía General de Justicia, por lo que se solicitó la aplicación del Protocolo de Estambul para determinar con estudios periciales si sufrieron daño físico, por lo que ya se giraron los oficios.

Rechazó que pertenezcan a alguna agrupación delictiva, pues son comerciantes, electricistas, mecánicos; no tienen que ver con ningún grupo del crimen organizado ni con algún cártel.

Los imputados fueron llevados y retirados en un vehículo blindado Rhino en medio de un fuerte dispositivo de seguridad.