Kiev. Ucrania anunció ayer que recibió su primera entrega de un sofisticado sistema británico de lanzacohetes múltiples MLRS M270, que se suma a un arsenal de artillería de largo alcance suministrado por países occidentales.

¡Los primeros MLRS M270 han llegado! Serán una buena compañía para los Himars en el campo de batalla, escribió el ministro de Defensa ucraniano, Oleksiy Reznikov, en redes sociales, al referirse a los cohetes de precisión estadunidenses ya recibidos por Ucrania. No hay piedad para el enemigo, añadió.

Esta decisión de Londres se alineó con la también adoptada por Washington, que proporcionó el sistema de artillería de cohetes de alta movilidad (Himars, por su siglas en inglés) una variante del MLRS.

En tanto, el Ministerio de Defensa ruso indicó ayer en un comunicado que sus fuerzas destruyeron una base nacionalista en la ciudad de Vinnytsia, en la parte central de Ucrania.

“El 14 de julio hubo un ataque con misiles de alta precisión Kalibr lanzados desde el mar contra una casa de la cultura militar en la ciudad de Vinnytsia”, dice el informe, el cual precisó que el ataque estaba dirigido a un edificio en el que se reunían altos cargos de la Fuerza Aérea de Ucrania y suministradores de armas extranjeros quienes fueron eliminados.

Equipos de rescate con perros seguían buscando sobrevivientes entre los escombros. Según el balance más reciente de la policía ucrania, los bombardeos dejaron 23 muertos, 18 personas se dan por desaparecidas y otras 82 fueron hospitalizadas. Entre los muertos había tres menores: una niña de cuatro años y dos niños de siete y ocho años.

Más de 73 personas –incluyendo cuatro menores– seguían hospitalizadas y 18 estaban desaparecidas informó Oleksander Kutovyi, portavoz del servicio de emergencias local. El gobernador de Vinnytsia, Serhiy Borzov, señaló que hasta ahora sólo se ha logrado identificar a 10 de los muertos.

Un funcionario anónimo del Pentágono puso en duda la afirmación de Rusia de que el ataque en Vinnytsia tenía como blanco una reunión de la fuerza aérea ucrania. No tengo indicios de que había un objetivo militar cerca de allí. Parecía un edificio de apartamentos, indicó la fuente.

Las fuerzas rusas atacaron ayer otros sitios en un intento incesante de arrebatarle territorio a Ucrania, cuando la guerra está cerca de cumplir cinco meses.

Rusia debe asumir plena responsabilidad por la muerte del voluntario británico Paul Urey, afirmó la ministra británica de Relaciones Exteriores, Liz Truss, después de que los separatistas prorrusos anunciaron el fallecimiento, bajo su custodia.

El ministerio británico de Relaciones Exteriores convocó ayer al embajador ruso en Londres, Andrey Kelin, para expresarle su preocupación por los informes de la muerte del cooperante Urey.

Londres y la familia de Urey confirmaron que el cooperante fue detenido en el este de Ucrania durante una misión humanitaria, pero que los separatistas prorrusos de Donietsk lo acusaron de ser un mercenario.

Daria Morozova, representante de la autoproclamada república, afirmó que pese a la gravedad de sus crímenes, Paul Urey recibía atención médica adecuada. A pesar de ello, y a raíz de su diagnóstico y el estrés, murió el 10 de julio, agregó el comunicado.

Presidium Network, una organización sin fines de lucro con sede en Reino Unido, anunció el 29 de abril que dos trabajadores humanitarios: Paul Urey y Dylan Healy, fueron capturados por el ejército ruso cuando intentaban auxiliar a una mujer y dos niños de Zaporiyia a salir de la zona en conflicto rumbo a una frontera segura.