Salió a la venta el cómic La noche triste, del español Ricardo Vilbor, inspirado en La visión de los vencidos
La noche de la victoria.Foto cortesía del autor
Martes 12 de julio de 2022, p. 8
“Los estadunidenses han explotado el western todo lo que han podido; a través de él han hablado de sí mismos, incluso de temas que se refieren a la humanidad en general. Los hispanoamericanos, los mexicanos, los españoles tenemos la Conquista, que puede ser nuestro western particular, una veta en la que podríamos tratar y descubrir muchísimas historias”, afirmó el guionista de historietas Ricardo Vilbor (Valencia, España, 1979), entrevistado sobre su cómic más reciente, La noche triste, que salió a la venta ayer en España, publicado por la editorial Cascaborra, especializada en narrativa gráfica con temas históricos.
Vilbor quiere bien a México, su gente y sus cosas. Su cómic El viejo y el narco, ilustrado por el dibujante Max Vento, publicado en nuestro país en 2020 por Editorial Panini México, presenta la historia de Alejo García, ranchero que combate solo contra un grupo del crimen organizado para impedir que los criminales le arrebaten su propiedad. El relato se inspira en el tamaulipeco Alejandro Garza, quien murió en 2010 defendiendo su finca de narcotraficantes.
Ahora, Vilbor se remonta 500 años en el pasado para contar su versión del escape de Hernán Cortés y sus huestes de la gran Tenoch-titlan, perseguidos por el pueblo mexica, el 30 de junio de 1520.
“Aunque le llamamos La noche triste, para los mexicas sería La noche de la victoria, incluso si fue un triunfo pírrico, porque un año después fue la caída de Tenochtitlan. Yo quería titularla en náhuatl ‘La noche de la victoria’. No me dejaron ponerlo en la portada, pero sí está en el interior con ese subtítulo.”
Indicó que su obra se basa en La historia verdadera de la conquista de la Nueva España, de Bernal Díaz del Castillo, en libros de Matthew Restall (Siete mitos de la conquista española), “pero sobre todo en La visión de los vencidos, de Miguel León-Portilla y los trabajos de Hugh Thomas (Yo, Moctezuma) a quienes veo más objetivos”.
Ficción con base histórica
Aclaró que su nueva historieta es una ficción con base histórica
, en la cual “Cortés es protagonista, pero quienes llevan el hilo conductor son Cuauhtémoc y Pedro de Alvarado, quien me fascina por sus aspectos positivos y, sobre todo, negativos. Es uno de esos malos que dices: ‘la historia me lo ha puesto aquí como si estuviera preparado’. Por la matanza que hizo en el Templo Mayor y eventos posteriores, me parece un sicópata”.
Asimismo, destaca el papel de los indígenas aliados de los conquistadores. Tlaxcaltecas, texcocanos y otros pueblos estaban hartos de los tenochcas; vieron en Cortés la posibilidad de librarse de sus opresores, sin saber que les llegaban otros
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Recordó que el dibujante Pablo Sahuquillo, quien “tiene 23 años, trabaja en dibujos animados y para videojuegos, quería hacer un cómic de acción –ésta es su primera historieta–, me invitó a darle un guion, y yo aproveché para hablar de La noche triste, un episodio que me hechiza. Él no se imaginaba toda la documentación gráfica que iba a tener que conseguir. Si se lo hubiera dicho, lo rechaza”.
Explicó que su afecto hacia México “inició cuando estudié lengua castellana y literatura, y las asignaturas de literatura hispanoamericana me fascinaron. Tenía una profesora que estaba loca por México, disfrutaba mucho su asignatura y ahí fue cuando descubrí el episodio de La noche triste. Un aspecto que me embelesa es pensar en esos españoles que se hundían en el agua de los canales de Tenochtitlan, con la codicia que te lleva a hundirte cargado de oro”.
Añadió que él y Sahuquillo pretendían “hacer un tebeo al estilo del álbum francés Último aliento, de Thierry Martin (Editorial Norma, 2021), un western narrado sin palabras, con una viñeta por página. Al final decidimos hacerlo con un máximo de tres viñetas por página, con narrativa cinematográfica, cuidando que todo quedara espectacular. Cuando se lo mostramos al editor, dijo: ‘haced una prueba con diálogos’. Y al hacerlo, nos gustó más. Lo único que se quedó del plan original fue el formato apaisado (de 24 por siete pulgadas), para hacerlo panorámico, cinematográfico”.
Según Vilbor, debemos voltear a ver todas las cosas que unen a nuestros pueblos, no tanto lo que nos separa; tenemos una historia en común mexicanos y españoles, somos como primos hermanos y debemos usar la historia para comprendernos, entender lo que somos y de dónde venimos
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