Durante la reciente década en el país se ha dado una tendencia al alza de los incendios forestales debido a las condiciones meteorológicas, la topografía, el estrés hídrico y de la vegetación, que han llevado a que sean de mayor extensión, comportamiento más explosivo y difíciles de controlar, sostuvo Eduardo Cruz, subgerente de Manejo del fuego de la Comisión Nacional Forestal (Conafor).

La mayor parte de los siniestros, 31.48 por ciento, son ocasionados por la delincuencia organizada; 23.76 se desconoce cómo empezaron, y las actividades agrícolas y pecuarias son la causa de otro 12.31 por ciento, señaló.

Aunque no hay investigación sobre qué genera cada incendio, explicó que estas son las razones que prevalecen.

Entre enero y junio hubo 6 mil 305 siniestros, que afectaron 614 mil 286 hectáreas, 864 menos que el año pasado, dijo durante su participación en el seminario sobre el Cierre de la temporada de ozono en la megalópolis. La afectación ha sido en 94 por ciento en vegetación herbácea y arbustiva, y el resto en árboles.

Precisó que en la megalópolis la superficie afectada por actividades ilícitas es de 53 por ciento. En la región crece la población, la infraestructura, hay muchos incendios relacionados con vandalismo, incluso pirómanos. Consecuencias que da el crecimiento de grandes ciudades; muchos incendios tienen que ver con esto.

Explicó que en los estados que forman parte de la megalópolis se registraron 2 mil 550 incendios en 20 mil 572 hectáreas, pero la ocurrencia de éstos disminuyó en la ciudad de México, Querétaro, Tlaxcala, aunque hubo un incremento en Hidalgo, Morelos y Puebla. En todos los estados hay menos superficie afectada, se ha dado una respuesta oportuna y coordinación entre los estados, y hay una reducción importante en la superficie afectada en la megalópolis.

Agregó que en estas entidades hay áreas naturales protegidas, en las cuales se presentaron 623 incendios que afectaron 3 mil 412 hectáreas, lo cual no es sólo perder el estrato arbustativo, sino que se debe hacer más un manejo de fuego para tener un ecosistema sano.

Cuando hay un incendio forestal no sólo se afecta el ecosistema de cierta intensidad, sino que la incor-poración de humo y otros contaminantes dañan la salud de la población, es importante que estas actividades sean analizadas en tiempos adecuados para que no haya condiciones perjudiciales, explicó.