Consultado sobre los motivos por los que mantiene su respaldo al titular de la Fiscalía General de la República (FGR), Alejandro Gertz Manero, el presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo que no establece complicidades con nadie, pero no ha cometido delitos graves y por eso yo no he solicitado la remoción del fiscal, así de claro.

Durante su conferencia de prensa diaria, tras ser cuestionado sobre la actuación del fiscal general, el jefe del Ejecutivo ponderó que el trabajo en esta instancia ha llevado a la detención de personajes que en otros tiempos pero ni en sueños se hubieran dado.

Expuso que todos los servidores públicos –entre los que también se incluyó luego de ser eliminado el fuero presidencial– pueden ser enjuiciados si cometen delitos graves, mientras que la remoción del fiscal puede ser solicitada por el Presidente de la República, nada más que yo considero, y ese es mi criterio, que el fiscal no ha cometido delitos graves, reiteró, además de apuntar que aunque hay libertad para denunciar, se requiere pruebas de cualquier irregularidad.

Agregó que parte de los cuestionamientos a su gobierno se deben a los recursos que ello genera.

“Es como cuando me dicen: ‘A ver, la autocrítica.’ Sí, sí, claro que cometemos errores, pero si tengo tantos críticos, ¿todavía que yo le meta?, ¿Cuánta gente vive –es una empresa, la verdad, muy lucrativa– de pegarnos a nosotros?, es muchísimo dinero”, expresó en la conferencia en Palacio Nacional.

Aunque les moleste a los conservadores, señaló, hay paz y tranquilidad en el país. Quisiera yo que fuese plena, trabajo todos los días con ese propósito. Pero no es que vivamos en la anarquía, en el desorden.

El tabasqueño reconoció que se ha llenado el Zócalo por protestas en contra de la administración federal en un par de ocasiones, pero aclaró que se han tratado de manifestaciones de mujeres en defensa de sus derechos legítimos.

Pero ¿qué pasó con Frena?, ¿Por qué no convoca Claudio X. González al Zócalo?, porque, a diferencia del ambiente que están queriendo recrear nuestros adversarios, la gente tiene confianza en el gobierno. Y hay que ver la cara, las caras de la gente, hay esperanza.

En cambio, comentó, el sector que sí está furioso y molesto es el conservador. Retó a que, en caso de que su postura sea una cuestión subjetiva, se analicen las encuestas. Si estuviésemos tan mal, tan mal, habría una gran inconformidad que se vería reflejada en ellas.