Ante las voces que señalan que en el actual sexenio se han registrado más asesinatos que durante los seis años de gobierno de Felipe Calderón, el presidente Andrés Manuel López Obrador respondió que se trata de una verdad a medias.

En su conferencia de prensa de ayer, el mandatario presentó una serie de datos oficiales que, en términos porcentuales, indican que el periodo donde se dio una mayor alza de homicidios fue el del panista.

Al asumir Calderón la Presidencia, en 2006, el año cerró con 10 mil 452 homicidios dolosos y –de acuerdo con las cifras expuestas por López Obrador– seis años después, al dejar el gobierno en 2012, se reportaron 25 mil 967, equivalente a un incremento de 140 por ciento. Peña Nieto tomó el poder con la cifra heredada por su antecesor y culminó con 36 mil 685 asesinatos registrados en 2018, un alza de 41 por ciento.

“Nos lo dejan arriba de 36 mil y lo tenemos en 33 mil 316 hasta el año pasado –7.8 por ciento menor– y espero que aquí (2022) esté más bajo”, apuntó el mandatario federal. A la par volvió a convocar a quienes lo acusan de tener pactos con el narcotráfico a presentar pruebas.

Y agregó: “Estamos viviendo un momento estelar en la historia de México. Por más que digan: ‘¡qué barbaridad, cuánta violencia, hay más homicidios ahora que cuando Felipe Calderón!’, nada más que eso es una verdad a medias y a veces las verdades a medias son mentiras completas. Pero esto (las cifras en términos de crecimiento porcentual) no lo ven (los críticos), así no se analiza”.

El mandatario insistió una vez más que no comparte la visión conservadora de atacar al crimen con violencia y en esta ocasión arremetió contra el ex ministro de la Suprema Corte José Ramón Cossío.

Sólo siendo buenos podemos ser felices y atendiendo las causas (de la violencia), que es lo que se está llevando a cabo como estrategia y vamos a continuar. Pero eso, un abogado como Cossío ¿cómo lo va a entender, si su formación conservadora se lo impide? Porque ayer estaba yo viendo un mensaje que decía que lo de abrazos, no balazos, ya era una situación enfermiza de mi parte.

Para reforzar su posición, recordó las palabras del reconocido y ya fallecido economista canadiense John Kenneth Galbraith –quien entre otros encargos fuera asesor del ex presidente de Estados Unidos John F. Kennedy– que advirtió: La delincuencia y la convulsión social de nuestras grandes ciudades son producto de la pobreza y de una estructura de clases corruptas, que ignora o menosprecia a los pobres.

Así, López Obrador reiteró que mantendrá su estrategia de seguridad: Podrá llevarnos tiempo pacificar el país, pero la fórmula más segura es atender el fondo, tal como lo asentó en su más reciente libro, A mitad del camino, en el que cita a Galbraith.

En otro tema, volvió a exigir que se aclaren los recursos que el gobierno de Estados Unidos otorga a Mexicanos contra la Corrupción, organización de Claudio X. González, y planteó que cada vez es menos frecuente que los políticos paguen por halagos a personajes a los que él se ha referido como intelectuales orgánicos.