El dirigente nacional del Sindicato Minero, Napoleón Gómez Urrutia, resaltó que la huelga estallada ayer en la siderúrgica ArcelorMittal, que se localiza en Lázaro Cárdenas, Michoacán, pudo haberse evitado, pero la empresa se negó hasta el final a pagar el reparto de utilidades a los trabajadores, pese a que es un derecho constitucional.

Detalló que durante 40 días de negociaciones y dos prórrogas se trató de llegar a un acuerdo, pero la compañía insistió en ofrecer sólo 5 por ciento, en vez de 10 por ciento de las utilidades que corresponde por ley a los obreros y ello es intolerable. Agregó que confía en que las autoridades intervengan para la pronta solución del conflicto.

Sin embargo, la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, evitó referirse a ese hecho. Cerca de la una de la tarde, después de un acto convocado por la Confederación de Trabajadores de México, la funcionaria federal fue consultada sobre la huelga de la siderúrgica, pero evadió la pregunta en distintas ocasiones.

Incluso su personal de comunicación social impidió a los reporteros acercarse a la funcionaria, quien se refugió en el elevador, luego de fotografiarse con trabajadoras de Bimbo.

Por separado, Gómez Urrutia, resaltó que 15 minutos antes de la huelga programada en punto de las 12 horas de ayer, la patronal solicitó una prórroga más, pero les contesté que la asamblea ya había ratificado de manera unánime la decisión de paralizar labores.

Recordó que en mayo, al inicio de las negociaciones, el corporativo ofreció 1.5 por ciento de reparto de utilidades.

Esta huelga, señaló Gómez Urrutia, es un ejemplo para otras empresas que se niegan también a cumplir con esa obligación, porque desafortunadamente es una práctica que han seguido otras compañías. En el caso de ArcelorMittal, expuso, además de los más de 3 mil mineros, hay 24 mil trabajadores que dependen indirectamente de la acerera.

Explicó que la corporación productora de acero y en general los consorcios mineros ganaron muchísimo el año pasado y pretenden que los trabajadores sacrifiquen el único beneficio o compensación que tienen por el esfuerzo que han dedicado todo el año a la productividad, para regalárselo a las empresas. Sería una vergüenza que en México sucediera esto, apuntó el senador de Morena.

La postura de la siderúrgica ArcelorMittal es claramente contraria a la nueva política laboral del gobierno de México, que busca el mejor de los beneficios para los trabajadores, agregó.

Por su parte, el dirigente de la sección 271 del Sindicato Minero, a la que están afiliados los trabajadores de esa siderúrgica, Francisco Nava, resaltó que en tiempo y forma se colocaron las banderas rojinegras en las instalaciones de la acerera ArcelorMittal México y ArcelorMittal Las Truchas.