Jueves 16 de junio de 2022, p. 21
Estados Unidos está resolviendo con el gobierno mexicano disputas con empresas del sector energético que involucran más de 30 mil millones de dólares en inversiones estadunidenses, declaró ayer el embajador Ken Salazar.
Salazar aseguró a Reuters que su gobierno estaba avanzando en la resolución de los problemas que afectan a las empresas estadunidenses en México, que van desde operadores de terminales de combustible hasta generadores de energía renovable.
Estas 17 empresas eran compañías que tenían disputas muy importantes con el gobierno mexicano
, explicó Salazar.
El presidente Andrés Manuel López Obrador se ha movido agresivamente para rediseñar las reglas del sector energético en beneficio de las empresas estatales del sector, Petróleos Mexicanos (Pemex) y la generadora Comisión Federal de Electricidad (CFE), argumentando que gobiernos anteriores sesgaron el mercado a favor del capital privado. Sin embargo, esa política energética ha puesto a México en conflicto con Estados Unidos y otros socios comerciales importantes y provocado fricciones con una serie de grandes empresas inversoras en el país.
Algunos de los proyectos en disputa ya están avanzando y está por verse
cuántos de ellos pueden resolverse bajo el actual gobierno, señaló Salazar.
El funcionario, secretario del Interior de Estados Unidos durante la administración de Barack Obama, no nombró a ninguna de las empresas.
Entre los que hablan con México se encuentra la petrolera Talos, que López Obrador dijo este mes que está cerca de llegar a un acuerdo sobre un descubrimiento de crudo compartido con Pemex.
El embajador aseguró que parte de los 30 mil millones de dólares estimados eran inversiones que ya se habían realizado, como terminales de combustible completadas e instalaciones de energía renovable, mientras otra parte era para proyectos pendientes.
Las inversiones en cuestión eran importantes para la integración energética de América del Norte, apuntó el embajador, y señaló que era importante garantizar un entorno legal en el que las empresas estadunidenses sintieran que pueden invertir de manera segura
.
Al describir las inversiones tanto como una oportunidad como un desafío, Salazar afirmó que el gobierno de México entendió la necesidad de integrar las economías de América del Norte para alentar la capacidad de fabricación de la región.