Miércoles 15 de junio de 2022, p. 26
A dos semanas de la cumbre en Madrid de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) no es claro si Turquía retirará sus objeciones al ingreso de Finlandia y Suecia, que en opinión de su secretario general, Jens Stoltenberg, se concretará tarde o temprano, aunque el procedimiento de admisión de los dos países escandinavos no se inicie en la capital española.
El ex premier noruego que está al frente de la alianza noratlántica, tras visitar el pasado fin de semana Finlandia y Suecia, considera que Estocolmo, el cual recibe más quejas de Ankara que Helsinki, está dando pasos importantes
que pueden levantar el veto turco, entre otros, prepara una reforma de su legislación contra el terrorismo y se compromete a hacer más flexible su política de exportación de armas
, conforme un cable de la agencia de noticias Afp.
A la vez, Stoltenberg adelantó el lunes en una entrevista para el londinense Financial Times, que la OTAN no se fija una fecha límite para iniciar el procedimiento de admisión de nuevos miembros y reconoció que Turquía puso sobre la mesa preocupaciones legítimas que deben ser tomadas en serio
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El secretario general destaca que Turquía es un miembro clave en la lucha contra el terrorismo, contra organizaciones como el Estado Islámico; es un país que ha recibido más refugiados de Siria que otros y tiene legítimas preocupaciones que debemos atender
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Las exigencias de Ankara
Para desbloquear el procedimiento de admisión, Turquía –que mantiene negociaciones tanto con Finlandia como Suecia, por un lado, y con la OTAN, por otro, esto es, con quien toma ahí las decisiones principales, Estados Unidos– presentó, el 25 de mayo anterior, 10 exigencias para levantar su veto, que los escandinavos no están dispuestos a satisfacer en su totalidad.
De acuerdo con las filtraciones interesadas de Ankara, que emergieron a la luz pública a través de los principales medios de comunicación turcos, el gobierno de Recep Tayyip Erdogan, entre otras demandas, quiere que los Parlamentos finlandés y sueco aprueben declaraciones que expresen apoyo a Turquía en su lucha contra el terrorismo
, así como que prohíban en ambos países todas las organizaciones ligadas con el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK, según sus siglas en turco), incluido cerrar todos sus medios de comunicación y confiscar sus propiedades
.
De las exigencias que más interesan a Turquía, una parece factible y otra, casi imposible de cumplir. En el primer caso, es quitar el embargo a la venta de armamento y equipos militares que Finlandia y Suecia establecieron en 2019, cuando Turquía ocupó una franja del norte de Siria, que puede pasar a segundo plano si Estados Unidos accede a suministrarle el armamento que congeló
como represalia por la adquisición de baterías antiaéreas rusas y/o lo reincorpora al proyecto de fabricación de un nuevo cazabombardero.
En el segundo, ni Finlandia ni Suecia están dispuestos a extraditar a dirigentes del PKK y seguidores del predicador Fethullah Gullen que obtuvieron asilo político, principalmente en el segundo país, reclamadas con insistencia por Turquía desde hace años.Erdogan abre nuevo frente de discrepancias
Hábil como es y para obtener cuantas concesiones pueda, Erdogan presiona cada vez más a Bruselas, teniendo en mente sobre todo a Washington. Quizá por eso, el pasado fin de semana, en un encuentro con jóvenes de la provincia de Van, abrió un nuevo frente de discrepancias con la alianza noratlántica al cuestionar que la OTAN, en fecha reciente, haya acordado con Grecia abrir cuatro bases militares, adicionales a las cinco que ya tiene, en territorio de su acérrimo enemigo y, al mismo tiempo, aliado formal de bloque.
“Cuando les preguntamos (a los griegos) para qué abren esas bases, nos responden: ‘es contra Rusia’. ¿Y qué han hecho ellos para apoyar a Ucrania contra Rusia? Sus palabras son puras mentiras. No podemos confiar en la política de este Occidente”, afirmó el líder turco, de acuerdo con el portal de noticias TRT de la corporación de radio y televisión turca, dando a entender que Grecia facilita sus islas para instalar bases contra Turquía.
Y unos días antes, según reportó el diario turco Hurriyet, Erdogan dijo –en un discurso durante las maniobras militares Efes-2022 en Izmir– que Turquía no va a renunciar a sus derechos en el Mar Egeo y no se va a abstener de usar las facultades (eufemismo, por emplear las armas) que le otorgan los acuerdos internacionales, cuando haga falta. No bromeo, esto (un conflicto armado entre miembros de la OTAN) puede acabar en catástrofe
.
Remató el presidente turco con un duro mensaje a la alianza: los conflictos y amenazas potenciales en nuestra región demuestran que la OTAN necesita como nunca unidad. En estos tiempos críticos, lamentamos que en el Mar Egeo, el Mediterráneo oriental y Chipre se adoptaron estrategias que ponen en peligro los derechos e intereses de nuestro país
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