on de Luisa y Gerardo Martino podrán celebrar el triunfo sobre el modestísimo equipo de Surinam en la deprimente Liga de Naciones de la Concacaf, y sentir que el alma les vuelve al cuerpo tras el ridículo ante Uruguay y Ecuador; sin embargo, lo memorable de la noche del sábado en el estadio de Santos Laguna fue el atronador grito de “¡Fuera Tata, fuera Tata!…”, que se salió del guion previsto por Alejandro Irarragorri... El representativo mexicano está extraviado porque no tiene cabeza en lo administrativo, en el banquillo ni a nivel cancha.

Las vacas sagradas europeas están rumiando plácidamente, saben que tienen sus plazas seguras hacia Qatar, mientras el Tata Martino busca completar su nómina hacia la catástrofe… Una vergüenza que México esté por incrementar su lista de jugadores con nuevos cinco Copas; en el umbral están Guillermo Ochoa y Andrés Guardado. Especialmente el apodado Principito, quien ya no tiene nivel ni velocidad ni físico. Todo es consecuencia de las geniales políticas de los federativos con el no descenso y la desmedida importación de foráneos.

Los Álvarez Cuevas y su cuñado Víctor Garcés, metido en el clan como cuña filosa, cual símil de la familia Corleone, inician otro capítulo de una singular historia, de esas que sólo se cuecen en nuestro balompié, con la detención el viernes del ex presidente de la Primera División. Garcés, tras dos años prófugo, es acusado de falsedad de declaraciones, lavado de dinero y delincuencia organizada. A la memoria viene el episodio del Clausura 2003, cuando canceló contratos a toda la plantilla del Cruz Azul, enojado porque el equipo iba mal y perdió un partido más, la gota que derrama el vaso.

Garcés bajó al vestidor quizá pensando en dar palabras de aliento a los vencidos, imaginándolos abatidos, llenos de pesar, pero cuál sería la sorpresa, pues se encontró a los jugadores en ambiente festivo: bromas, música a todo volumen y risas. Indignada la directiva echó al técnico Mario Carrillo y rescindió contratos al plantel... Dicen que del árbol caído… ahora se le señala también de ser coautor intelectual del Pacto de caballeros, del Draft y más calamidades.

No ha sido el único directivo que explota al ver la indolencia de los futbolistas. Otro capítulo lo protagonizó en 2001 Javier Pérez Teuffer con el América. Su equipo estaba jugando basura; él, en su palco mientras observaba un partido, intercalaba tragos de bilis y de licor. Al finalizar, con aliento etílico, hizo explosivas declaraciones, dijo que tenía ganas de echar a todos a patadas... Viene al caso porque ahora la directiva de Ciudad Juárez, molesta porque debió pagar multa, decidió retener hasta cuatro meses de sueldo a jugadores y técnico, todo ante la complacencia de la Federación Mexicana de Futbol.

Que hagan coraje la UEFA y FIFA, porque los tres rebeldes de la Superliga, Real Madrid, Barcelona y Juventus, a la par que pelean en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, aplican la sencilla ecuación: más partidos igual a más dinero, y para ello fijaron la mira en Estados Unidos, terreno que ha sido explotado casi en exclusiva por los grises equipos de la Liga Mx y por el descafeinado Tri. La empresa Anschutz Entertainment Group (AEG) organizó el Soccer Champions Tour 22 (en Las Vegas, San Francisco, Los Ángeles y Dallas), que aprovechará la fecha FIFA de julio.

Y como de ganar dinero se trata, incluyeron a las populares Chivas y al América, que nada tendrían que hacer en un tour de campeones, pero billete manda y ahí estarán con su extensa cauda de seguidores, desentonando o tal vez dando el partido de sus vidas ¿no habría modo de disfrazar al Tri de rojiblancos y amarillos para darle un poco de fogueo digno?… Ana Laura Galindo se llevó las palmas de la semana, ¡toda una vida dedicada al futbol!, hizo excelente papel con la Sub-17 varonil en Japón. Estudió diseño gráfico en la UNAM y enseguida se alistó como estratega en el ENDIT.