Lunes 13 de junio de 2022, p. 26
Atalaia Do Norte., La búsqueda del periodista británico Dom Phillips y el indigenista Bruno Araújo Pereira, desaparecidos en una región remota de la Amazonia brasileña, cumplió ayer una semana en medio de interrogantes y una presión para que el gobierno redoble esfuerzos.
Decenas de personas, en su mayoría familiares y amigos, se concentraron en la playa de Copacabana, donde el reportero solía hacer cada mañana stand-up paddle antes de mudarse el año pasado a Salvadornoreste, con su esposa brasileña Alessandra.
Al cumplirse una semana de la desaparición en una zona remota con fuerte presencia del narcotráfico y de madereros y pescadores ilegales, pocos guardaban esperanzas de encontrarlos con vida.
Al principio teníamos una fe loca en que hubiesen notado algún peligro y se hubiesen escondido en la selva. Ahora ya no
, dijo con tristeza María Lucía Farias, de 78 años, y suegra de Phillips, colaborador del diario británico The Guardian.
Phillips, de 57 años y autor de decenas de reportajes sobre la Amazonia, viajaba por el Valle de Javarí (noroeste) para preparar un libro sobre protección medioambiental y Pereira, de 41 y activo defensor de los derechos indígenas, lo acompañaba como guía; su trabajo en defensa de los pueblos indígenas le valió frecuentes amenazas de grupos criminales.
Buzos del departamento de bomberos de Brasil hallaron ayer una mochila y una laptop en la zona donde se perdió el rastro de Pereira y Phillips.
La mochila se encontraba atada a un árbol que estaba parcialmente sumergido, detalló un bombero a los reporteros en Atalaia do Norte, la ciudad más cercana a la zona de búsqueda, la cual se ubica cerca del territorio indígena de Valle del Javarí. Es temporada de inundaciones en la región y parte de la selva se encuentra anegada.
La asociación indígena local, para la cual trabajaba Pereira cuando desapareció, confirmó que los buzos encontraron una mochila, pero no sabían a quién pertenecía. En el área sólo hay algunas comunidades ribereñas de bajos recursos, en donde es inusual hallar dispositivos como las computadoras portátiles.
La policía encontró rastros de sangre en la embarcación de un pescador, que es el único sospechoso detenido, así como materia orgánica de aparente origen humano dentro del río. A ambos materiales se les realizan análisis forenses. No se han dado a conocer más detalles.
Pereira y Phillips fueron vistos por última vez cerca de la entrada al territorio indígena que colinda con Perú y Colombia. Ambos volvían solos en una embarcación sobre el río Itaguaí hacia Atalaia do Norte, pero nunca llegaron.
El área ha sido lugar de conflictos violentos entre pescadores, cazadores furtivos y agentes del gobierno. La violencia ha ido en aumento en un momento en que grupos del narcotráfico se disputan el control de las vías navegables para el trasiego de cocaína, aunque no se tiene conocimiento de que el Itaguaí sea una ruta de contrabando.
El juez del Supremo Tribunal Federal Luis Roberto Barroso dio al gobierno cinco días, a partir del pasado viernes, para que presente un informe con todas las providencias adoptadas y los datos obtenidos hasta ahora.
El presidente Jair Bolsonaro, quien el martes calificó de aventura no recomendable
la expedición que realizaban Phillips y Pereira, comentó el viernes en la Cumbre de las Américas que las fuerzas armadas y la policía llevan a cabo una búsqueda incansable
desde el primer día.