El montañista busca el récord de mayor distancia en ascenso
Viernes 10 de junio de 2022, p. a11
Impulsado por ser un ejemplo pa-ra que la sociedad alcance las metas que se proponga, Fernando Villatoro decidió subir al Cerro de la Silla los 365 días de este 2022, reto que inició el 1º de enero y terminará el 31 de diciembre, asegura, sin importar las inclemencias del tiempo, altas temperaturas, tormentas o si se presenta alguna afección de salud que pueda complicarle los ascensos.
Pretendo mostrarle a la gente que lo único que nos falta es compromiso para hacer las cosas y concretarlas
, asentó Villatoro en entrevista con este diario, al cumplir ayer el ascenso 160.
“La verdad es que la mayoría de las personas nos quejamos de no lograr y de no avanzar, y verdaderamente todos nos mentimos, porque sabemos exactamente lo que debemos realizar y no lo hacemos, ¿por qué?, por falta de compromiso. Cada quien en su terreno, ya sea en lo económico, en lo laboral, profesional, en la familia, adonde lo quieras llevar, a tu ambiente deportivo.
La gente no logra lo que quiere por falta de compromiso
, recalca. Muchos creen que el éxito es cuestión de un acto, y no, es un hábito. El éxito se construye trabajando duro, por más que te sientas mal, te levantas sin importar qué suceda en tu ambiente y tu persona.
Villatoro, quien se define como poliatleta por haber practicado diversas disciplinas y como deporte madre
el taekwondo, disfruta a diario de la naturaleza, al ascender a la cima de la montaña regiomontana de mil 820 metros de altitud en un trayecto de poco más de tres kilómetros con promedio de 45 grados positivos de inclinación.
El atleta de 32 años, instructor de montaña, entrenador en un centro especializado y director de su propia empresa de servicios de salud para recursos humanos, comparte que su rutina diaria consiste en levantarse a las 5 de la mañana, se dirige en su coche a la base de la cima, que está a 10 minutos de su casa, y tras hacer un calentamiento inicia el recorrido por la ruta del Pico Norte, denominada MG, establecida en la década de 1950 por Miguel González.
Es una ruta poco concurrida, tiene sus riesgos, pero ya me conozco cada árbol, cada piedra, a cada uno ya les he puesto su nombre
, anota Villatoro.
Cuenta que cuando inició el reto, a principios de año, realizaba el ascenso y el descenso en alrededor de cuatro horas. Y ahora lo resuelve en dos horas y media a tres.
Sin embargo, no es el tiempo, sino la mayor distancia en ascenso la que planea hacer constar en el libro de récords Guinness, para lo cual, todo el tiempo recaba pruebas, las más tangibles, fotografías diarias posando con el periódico de ca-da día, en la base y en la cima, además del registro de las placas tomadas desde su celular.
Siempre hice montañismo, pero no a nivel competitivo; sin embargo, lo mío es la montaña
, comenta el atleta, quien se inició en el senderismo desde niño, como exponente de la tercera generación de una agrupación de scouts que su abuelo fundó en Monterrey hace 75 años.
Un gran porcentaje de deportistas de alto rendimiento no descansa, y al darme cuenta del impacto que un reto así puede generar, me plantee esta meta, que espero cumplir pase lo que pase
, subrayó.