Las policías municipales, estatales y las dependencias federales de seguridad pública poseen en conjunto 671 mil 635 armas de fuego, según el último reporte del Registro Nacional de Armamento y Equipo. Este arsenal creció 22 por ciento entre abril de 2021 y enero de este año, al sumarle más de 148 mil piezas nuevas.

De acuerdo con las reformas de mayo de 2019 a la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública, el padrón debe incluir el número de registro, marca, modelo, calibre, matrícula y huella balística de cada artefacto de fuego en poder de las corporaciones policiales, con el fin de permitir su identificación durante cualquier proceso de investigación judicial.

Por el gobierno federal se incluyen en el registro a los arsenales del Servicio de Protección Federal, la Guardia Nacional y la Fiscalía General de la República.

De las armas activas inscritas, 414 mil 593 pertenecen a secretarías de seguridad pública estatales y policías municipales; 46 mil 161 a procuradurías y fiscalías, mientras 210 mil 881 están en manos de corporaciones federales.

Conforme al Tercer Informe de la Estrategia Nacional de Seguridad Pública, publicado en mayo pasado, hay un total de 423 mil 968 elementos certificados de la Guardia Nacional, el Servicio de Protección Federal, la Fiscalía General de la República, policías estatales y municipales, lo que significa que todos tienen, cuando menos, un arma.

Del total, 59 por ciento son cortas, pistolas o revólveres manipulables con una sola mano; 41 por ciento son largas, es decir, rifles, escopetas, fusiles, subfusiles y ametralladoras.

En México, la importación y compra de arsenal sólo se puede hacer a través de la Secretaría de la Defensa Nacional, por lo que las corporaciones de seguridad pública locales y federales deben surtirse por esa vía.

Desde hace dos años, mediante el Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública, y en coordinación con la Sedena, se hacen compras consolidadas de armas y municiones, con el fin de obtener mejores precios. En 2021, 28 gobiernos estatales adquirieron 5 mil 222 armas cortas, 4 mil 480 largas, 16 millones de cartuchos y 18 mil cargadores, con una gasto mayor a 431 millones de pesos.