Kiev. El presidente ucranio, Volodymir Zelensky, dijo ayer que las fuerzas rusas controlan alrededor de 20 por ciento del territorio de su país, es decir, cerca de 125 mil kilómetros cuadrados, un área mayor que la de Bélgica, Holanda y Luxemburgo juntos.

Al hablar ante el Parlamento de Luxemburgo, aseveró que antes de la guerra, iniciada el 24 de febrero, las fuerzas prorrusas controlaban 43 mil kilómetros cuadrados en Ucrania, desde la anexión de Crimea y la toma de un tercio del Donbás en 2014.

Los rusos se hicieron del control de algunas regiones del sur de Ucrania y avanzaron lentamente en el Donbás, donde ocuparon Mariupol, en el extremo sureste. Su objetivo es tomar las riendas de las dos regiones del Donbás: Donietsk y Lugansk, donde los combates no ceden en estos días. Un negociador ruso mencionó antier la posibilidad de un referendo en los territorios ocupados por los rusos, con vistas a una anexión. Esta consulta popular podría llevarse a cabo en julio.

En el frente, el ejército ruso estrecha el cerco en el este de Ucrania, su principal objetivo, al cumplir hoy 100 días de guerra. Las tropas rusas han avanzado en el este y en el sur, sobre todo, a lo largo del litoral del mar Negro y del mar de Azov, y ya controlan un corredor costero estratégico que conecta el este de Rusia con Crimea.

En Severodonietsk, capital administrativa de la región, 80 por ciento de la ciudad está ocupada por las fuerzas rusas y hay combates en sus calles, declaró el gobernador de la región de Lugansk, Serguéi Gaidai.

Aunque Lugansk figura como la zona que concentra los combates, la otra región del Donbás, Donietsk, no se encuentra al margen de las hostilidades, especialmente en Sloviansk, unos 80 kilómetros al oeste de Severodonietsk.

En las afueras de la ciudad de Donietsk, antigua capital regional controlada por los rebeldes prorrusos, los separatistas aseguraron que cortaron una de las dos rutas que permiten el abastecimiento de la cercana Avdiivka, todavía en manos de Kiev.

El enemigo tiene una ventaja operativa en términos de artillería, señaló asimismo el general Valeri Zalujny, repitiendo la necesidad de una transición lo más rápida posible de sus equipos hacia armas del tipo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.

En el sur, donde Rusia también ha tomado amplias franjas de terreno a partir de la península de Crimea, los ucranios tratan de contratacar mientras desde Moscú analizan posibles referendos en julio para anexionarse las regiones conquistadas.

En la región de Zaporiyia (sureste), las autoridades prorrusas colocadas por Moscú anunciaron que estaban tomando el control de las propiedades pertenecientes al Estado ucranio, a través de un decreto.

La medida afecta a terrenos, recursos naturales, infraestructuras de sectores estratégicos de la economía, indicó en Telegram Vladimir Rogov, miembro de esa administración.

Un misil ruso alcanzó líneas ferroviarias en la región occidental de Leópolis, un conducto clave para la llegada de armas y otros suministros desde Occidente, informó el gobernador de la región de Leópolis, Maksym Kozytskyy.

Rusia afirmó que había frenado la llegada de mercenarios extranjeros deseosos de combatir junto a los militares ucranios, infligiéndoles numerosas pérdidas en las últimas semanas.

Según el Ministerio ruso de Defensa, el número de combatientes extranjeros se dividió casi por dos, pasando de 6 mil 600 a 3 mil 500, y un gran número de ellos prefieren abandonar Ucrania lo más rápido posible.

El vocero del Kremlin, Dimitri Peskov, afirmó que los planes de Estados Unidos para vender a Ucrania cuatro drones MQ-1C Gray Eagle, que pueden armarse con misiles Hellfire para uso en el campo de batalla, no cambiarán los parámetros de lo que Rusia llama su operación militar especial.

Reuters informó antier sobre los planes del gobierno de Joe Biden para vender los drones. La transacción aún podría ser bloqueada por el Congreso o frustrarse por un cambio de política de último minuto, indicó la agencia británica de noticias.

Peskov agregó que la población del Donbás podrá decidir su futuro en las urnas después de que se haya garantizado la seguridad de estos territorios, luego de que líderes prorrusos se pronunciaron por la celebración de referendos sobre su incorporación a Rusia.

El viceprimer ministro ruso encargado de la Energía, Alexander Novak, aseguró que los europeos serán los primeros en sufrir el embargo de petróleo.