En México, la violencia y la falta de acceso a los derechos más elementales siguen teniendo impacto diferenciado sobre los pueblos originarios, lo cual es producto en gran medida de las estrategias aplicadas desde el siglo XX, que buscaban anular a los indígenas con políticas asimilacionistas para sumarlos a un proyecto nacional basado en la idea del mestizaje. Participantes en el foro Indigenismos en América Latina, organizado por El Colegio de México, explicaron cómo se formó durante la Colonia el concepto de inferioridad de los pueblos indígenas como justificación para explotarlos, pero también como base de muchas propuestas que supuestamente buscan redimirlos.

La abogada maya Fátima Gamboa, codirectora de la organización civil Equis-Justicia para las Mujeres, subrayó que en un entorno en que el sexo y el color de la piel siguen siendo motivo de discriminación, la violencia afecta de manera especialmente grave a las mujeres indígenas, como demuestran varios casos de víctimas que no tuvieron acceso al sistema de impartición de justicia y además fueron criminalizadas por denunciar a sus agresores.

Recordó que, según encuestas oficiales, las mujeres que han sufrido violencia intrafamiliar y sólo hablan alguna lengua indígena son ignoradas en mayor proporción que las hablantes de español. Agregó que sólo hay 25 defensores bilingües certificados en el país, para más de 7 millones de indígenas.

Andrés Fábregas, académico del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social-Occidente, indicó que el rezago en que se encuentran los pueblos originarios en México tiene su origen en las políticas de asimilación que el Estado mexicano aplicó desde la Colonia y hasta el siglo pasado.

El arraigo de dichas estrategias fue tal, puntualizó, que incluso durante el sexenio de Lázaro Cárdenas, de carácter progresista en muchos sentidos, se pusieron en marcha planes para que las comunidades indígenas se sumaran a un proyecto de nación basado en el concepto del mestizaje, y en el que la diversidad lingüística y cultural era vista como obstáculo para ello.