Miércoles 1º de junio de 2022, p. 5
El pintor coahuilense Julio Galán (1959-2006), la fotógrafa estadunidense Nan Goldin (1953) y el artista plástico suizo Ugo Rondinone (1964) son los protagonistas de una nueva temporada de exposiciones por abrirse el 4 de junio en el Museo Tamayo.
Un conejo partido a la mitad, curada por Magalí Arriola, directora del recinto, revisa la práctica plástica de Galán, quien alcanzó el estatus de mito dentro del arte contemporáneo mexicano antes de su muerte prematura. También aborda su relación con la fotografía, el cine y el performance.
Integrada por más de 80 pinturas y esculturas, la muestra afronta las problemáticas de género e identidad en la pintura de Galán desde la perspectiva de los años 80 y 90.
El cuerpo de obra presentado resalta de manera transversal la relevancia de ciertos núcleos temáticos como las infancias, las adolescencias y su relación con la violencia de género. La muestra apunta a la recurrencia de motivos iconográficos, como los laberintos, los interiores domésticos y los dispositivos escénicos, y también a la utilización de estrategias de reconocimiento y representación, como el autorretrato, las mascaradas y el travestismo.
La exhibición se complementa con fotografías y retratos de Graciela Iturbide, Juan Rodrigo Llaguno y Enrique Badulescu, así como con objetos personales y material de archivo.
Intitulada Nan Goldin, la exposición refleja el legado de la fotógrafa a las artes visuales, la revolución sexual y al reconocimiento a la crisis de opioides en Estados Unidos, que la artista transformó, desde 2017 en una postura activista.
Curada por Andrea Valencia, la muestra comprende dos obras icónicas de Goldin: The other side (1992-2021) y Memory lost (2019-2021). Ambos trabajos son presentaciones digitales de diapositivas que desdibujan las fronteras entre arte y vida en que se delega la memoria a la cámara.
En The other side (El otro lado), se presentan algunas de las fotografías más tempranas de Goldin, de los años 70 y 80, en las que retrata a su círculo de amigos en las escenas drag de Boston y Nueva York. Memory lost (Memoria perdida) es una combinación de imágenes del archivo personal de la artista con una banda sonora comisionada por ella a Mica Levi, con música adicional por CJ Calderwood y Soundwalk Collective. Incluye fragmentos de mensajes de voz del teléfono de la artista en periodos de aislamientos por el uso de drogas.
En Vocabulario de la soledad, Rondinone propone reflexiones mordaces sobre la naturaleza y la condición humana, al mismo tiempo que establece un vocabulario formal y orgánico en el que fusiona una gran variedad de tradiciones escultóricas y pictóricas. Su visión amplia de la naturaleza ha resultado en una extensa gama de objetos bidimensionales y tridimensionales, instalaciones, videos y performances.
Uno de los símbolos que acostumbra utilizar es el del arcoíris para aludir a la capacidad lúdica de las infancias de imaginar ambientes o por sus asociaciones con la comunidad LGTB+. La curaduría es de Humberto Moro.
Las tres exposiciones permanecerán hasta el 4 de septiembre en el Museo Tamayo, Paseo de la Reforma 51, Bosque de Chapultepec.
