a fotografía demográfica de México alcanza 127.8 millones de habitantes en 2021, 51 por ciento mujeres y 49 de hombres; 17.1 por ciento son niños entre cero y nueve años, 17.4 adolescentes de 10 a 19 años, 16.8 jóvenes de 20 a 29 años, 37.4 es población adulta de 30 a 59 años y 11.3 por ciento tiene más de 60 años; el promedio de ocupantes por vivienda es de 3.6.
El crecimiento poblacional es cada vez más lento, en parte porque se abrió el acceso a los anticonceptivos hace 40 años y, más recientemente, al aborto seguro en algunas entidades. Hoy la tasa de crecimiento total es cercana a uno por ciento (0.87 anual), la población se incrementará en poco más de un millón de personas el próximo año. México ha alcanzado el nivel de remplazo, el mínimo para que no descienda el volumen de la población. En el año anterior a la pandemia hubo 2.15 millones de nacimientos y 776 mil defunciones, una tasa de fecundidad de 2.05 hijos por mujer, la esperanza de vida de 78.1 años para ellas y 72.4 para ellos, mientras la tasa de mortalidad infantil es de 12.8 defunciones por cada mil nacidos vivos. Como efecto de la pandemia, en 2020 y 2021 el exceso de mortalidad fue de 45 por ciento, incluye las defunciones directamente asociadas al covid-19 más las indirectas, las relacionadas con la situación de emergencia sanitaria.
La estructura por edad es dinámica, la población mexicana está envejeciendo, tal como en los países de ingreso medio. La edad mediana pasó de 15.2 en 1970 a 29 años en 2020 y se prevé que llegue a 38 años para 2050, momento en que la proporción de personas mayores se duplicará, de conformar 11.3 por ciento alcanzará 22.5 por ciento.
Sin embargo, antes deberá utilizarse el dividendo demográfico, el aprovechamiento del amplio volumen de población en edad laboral (de 15 a 64 años). Esta última representa 66 por ciento, proporción que continuará hasta 2030, mientras la población infantil de cero a 14 años seguirá cayendo (del 25 por ciento actual a 22.5) y la de mayores de 65 años aumentará (de ocho a 10 por ciento). De ahí el acierto de dirigir una gran inversión a la población estudiantil y laboral como prioridad del gobierno actual, antes de que lleguen a engrosar el volumen de población mayor. Hoy la relación es de dos a uno, por cada dos personas en edad de trabajar hay una que no lo hace, a la cual se cataloga como población económicamente dependiente (la de cero a 14 años, más la mayor de 65 años), un término que debe tomarse con cautela, pues ni toda la población en edad de hacerlo labora ni todos los mayores de 65 dependen económicamente de los demás.
Hoy, 11.4 millones de pobladores habitan en municipios con grados de marginación alto y muy alto; 19.7 millones, en colonias urbanas de alto y muy alto grado de marginación. México es predominantemente urbano, 75 por ciento de su población vive en ciudades, 85 por ciento se concentra en zonas metropolitanas, principalmente en el valle de México, Monterrey y Guadalajara, donde se concentra una parte considerable de la riqueza y del poder; son ya 17 las ciudades millonarias que contrastan con 185 mil localidades dispersas, las cuales tienen menos de 2 mil 500 habitantes. Detonar la reactivación económica, el desarrollo urbano, el mercado y el empleo hacia la región sur-sureste, prioridad del gobierno actual, es expresión de una racionalidad política para reorientar la migración interna y equilibrar condiciones de marginación muy contrastantes.
La actual estructura poblacional y el proceso de envejecimiento de la comunidad van acompañados del aumento en la esperanza de vida al nacer, del incremento en la demanda de servicios de salud y del trabajo de cuidados; rompe el balance del ciclo de vida económico, porque crecen más los niveles de consumo que el de los ingresos laborales. Las estrategias que ofrecen mejores niveles de seguridad económica y que garantizan la protección social de la población inserta en el mercado laboral han sido trascendentes, destaco el aumento al salario mínimo, el apoyo a jóvenes aprendices y la seguridad social a las trabajadoras del hogar. En cuanto a la Pensión Universal para Personas Adultas Mayores de 65 años, Conapo estima que hoy tienen derecho a recibir este apoyo económico 10 millones 527 mil 298 habitantes, al final del sexenio serán 11 millones 370 mil 655 (2024) y para 2050 en este grupo de edad estarán 24 millones 893 mil 97 personas. Es necesario sostener la distribución de ingresos monetarios y no monetarios a personas mayores, hay que fortalecer los fondos de ahorro y de pensión a la población trabajadora, adaptar los sistemas de educación, atención sanitaria y protección social; seguir impulsando escenarios regionales de desarrollo económico, social y cultural, así como concretar un sistema de cuidados (que va en curso) que fortalezca a las familias y comunidades, que impulse la solidaridad intergeneracional y contrarreste las desigualdades de género acumuladas en el curso de vida.
Nota: Felicidades a las guerrerenses, la despenalización del aborto ¡es un gran avance en sus derechos reproductivos!
*Secretaria general del Conapo
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