Padres y adolescentes de 12, 13 y 14 años que acudieron a la Sala de Armas de la Magdalena Mixiuhca, en Iztacalco, habilitada como sede de vacunación contra el covid-19, dijeron que desde hace varias semanas esperaban recibir el biológico Pfizer, y como si se tratara de un examen de admisión, los tutores supervisaban a corta distancia el adecuado llenado del comprobante, luego pedían a los menores de edad mantener la calma, y algunos levantaban el pulgar con el puño cerrado en señal de que todo saldría bien.

En el primer día de la aplicación de la vacuna, que concluirá el 27 de mayo, dirigida también a jóvenes con algún padecimiento como obesidad, diabetes o discapacidad, fue poca la afluencia, por lo que la señora Maribel, proveniente del municipio de Chimalhuacán, estado de México, dijo que el personal de la Secretaría de Bienestar accedió a que su hija de 13 años fuera vacunada, a pesar de no ser residente de la capital.

Procedente de la colonia Agrícola Oriental, Pedro Ramírez, agente de seguridad particular, definió como un acto de responsabilidad llevar a su hija de 12 años; mientras de la colonia Morelos llegaron Daniel Trujillo y su hijo Leonardo, quien se bajó a la barbilla el cubrebocas verde para morder un calcetín color negro mientras recibía la vacuna.

De Iztapalapa, Lourdes Arellano llevó a su hijo José, a quien preparó un caldito de pollo para apapacharlo después de la vacunación; mientras Rafael Ruiz dijo que ya urgía que su hija fuera vacunada, lo que ahora les daba mayor tranquilidad de salir a la calle.

Por su parte, la directora de la Jurisdicción Sanitaria de Iztacalco, Ana Beatriz Vilchis, dijo que la inoculación a los menores “nos va a ayudar a la transición, hacia lo que nosotros estamos llamando normalidad: ‘mientras más personas vacunadas, menos probabilidad de que esté circulando el virus’.

El problema de los antivacunas no es grave en la Ciudad de México; al contrario, la población está convencida de que la vacunación es lo ideal, es la manera de prevenir las complicaciones de la enfermedad. Es de reconocer la responsabilidad, el interés de la población a vacunarse, afirmó.