Los caricaturistas consignados en A la luz de la caricatura. Diccionario gráfico, México 1861-1903, desde su condición de artistas mayores, no académicos y practicantes del arte menor (como se los ha etiquetado por mucho tiempo), se dieron el gusto y la tarea de enarbolar la libertad de expresión en los periódicos, expresó el monero Gonzalo Rocha en la presentación del libro coordinado por Esther Acevedo.

Sin embargo, no hay que idealizar, pues muchas veces la práctica de este derecho se dio a costa de la persecución y la cárcel, pero valía la pena, a cambio de que en estos impresos se mantuviera y promoviera el interés por la actualidad, la crítica a los dogmas e hipocresías de la religión, al imperialismo, la defensa del progreso, la educación científica y el pensamiento libre, continuó el caricaturista de La Jornada.

Caricaturistas como Jesús Alamilla, Daniel Cabrera, Constantino Escalante, Santiago Hernández, Jesús Martínez Carrión, Eugenio Olvera, Ángel Pons, José Guadalupe Posada y José María Villasana, se convirtieron así en una vanguardia antes de que este término apareciera en la escena artística.

Aunque los rostros caricaturizados de Benito Juárez, Porfirio Díaz o Maximiliano de Habsburgo son bastante reconocibles para el público mexicano, no así las caras de otros personajes asociados principalmente con el siglo XIX.

El objetivo del diccionario es subsanar este lapsus en la memoria respecto de 163 personajes, más o menos connotados, que intervinieron en la vida pública de México a lo largo de poco más de cuatro décadas.

Esther Acevedo, investigadora emérita de la Dirección de Estudios Históricos del INAH, hizo votos para que el libro sea útil para otras personas en sus investigaciones sobre la caricatura.

Aparte del libro impreso, el catálogo digital se encuentra en la Mediateca del INAH, en el apartado Colecciones/Libros.