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A los moscos les gustan más los humanos que los animales por su olor cítrico

Esos insectos usan centros cerebrales para detectar dos sustancias químicas con ese aroma

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▲ En Singapur exploran el uso de machos Aedes para acabar con esa población de insectos de ese país.Foto Afp
 
Periódico La Jornada
Martes 10 de mayo de 2022, p. 2

Los mosquitos siempre han preferido deleitarse con los humanos sobre otros animales, pero exactamente cómo distinguen entre los dos ha seguido siendo un misterio hasta ahora.

Los mosquitos Aedes aegypti han evolucionado para picar a los humanos confiando en moléculas de olor distintas de las exudadas por otras criaturas en el entorno circundante, reveló un nuevo estudio, publicado en Nature.

Estos mosquitos, que actúan como vectores de enfermedades como el Zika, el dengue y la fiebre amarilla, prefieren el olor humano sobre el de los animales, de acuerdo con la investigación que recupera The Independent.

El nuevo estudio, en el que participan científicos de la Universidad de Princeton en Estados Unidos, aplicó un enfoque novedoso al obtener imágenes de cerebros de mosquitos a una resolución muy alta para observar cómo identifican a sus próximas víctimas.

Los científicos diseñaron genéticamente mosquitos para hacer que sus cerebros se iluminaran cuando estaban activos y les entregaron aire con sabor humano y animal de maneras que podrían detectar mientras estaban dentro del equipo de imágenes personalizado del equipo.

Los investigadores buscaron comprender la mezcla exacta de componentes en el aire que los mosquitos usaban para reconocer el olor humano.

Carolyn McBride, profesora asistente de ecología y biología evolutiva y neurociencia, señaló: “Nos sumergimos en el cerebro del mosquito y preguntamos: ‘¿Qué puedes oler? ¿Qué ilumina tu cerebro? ¿Qué activa tus neuronas?, y ¿cómo se activa tu cerebro de manera diferente cuando hueles el olor humano en comparación con el animal?’”

Si bien el olor humano se compone de docenas de compuestos diferentes, estos también están presentes en la mayoría de los mamíferos en proporciones ligeramente diferentes. Para comparar y probar cómo los mosquitos detectaron olores de mamíferos y humanos, los científicos recolectaron muestras de pelo, piel y lana y utilizaron olor de 16 humanos, dos ratas, dos conejillos de indias, dos codornices, una oveja y cuatro perros.

Para las muestras humanas, tuvimos un grupo de voluntarios. No se les permitió que se ducharan durante unos días, luego se desnudaron y se acostaron en una bolsa de teflón, explicó la estudiante graduada Jessica Zung.

Los participantes estaban desnudos ya que el algodón, el poliéster y otras fibras tienen sus propios olores que distorsionarían los datos, puntualizaron los científicos.

Al principio, los investigadores sospecharon que los cerebros de los mosquitos probablemente tenían una técnica muy avanzada para distinguir a los humanos de otros animales, pero el estudio encontró que el proceso era mucho más simple de lo que se pensaba.

La sencillez nos sorprendió. Los mosquitos han desarrollado un mecanismo sorprendentemente simple para reconocernos, sostuvo McBride.

Los cerebros de los mosquitos tienen 60 centros nerviosos llamados glomérulos y los investigadores al principio pensaron que muchos, tal vez incluso la mayoría, les ayudarían a encontrar su comida favorita.

Cuando vi por primera vez la actividad cerebral, no podía creerlo, sólo dos glomérulos estaban involucrados, aseguró Zhilei Zhao, coautor del estudio.

Eso contradecía todo lo que esperábamos, así que repetí el experimento varias veces, con más humanos, más animales. Simplemente no podía creerlo. Es muy simple”, agregó.

Reduciéndose a los glomérulos que los mosquitos utilizan para detectar a los humanos, los científicos descubrieron que usan estos centros cerebrales para detectar dos sustancias químicas, decanal y undecanal, que tienen un olor ligeramente anaranjado y cítrico y están enriquecidos con el de humano.

Para mí, es una historia evolutiva: si creamos una prueba estadística para diferenciar el olor humano, sería muy complejo, pero el mosquito hace algo muy simple, que le funciona bastante bien, añadió McBride.

Sobre la base del estudio, los científicos han patentado una mezcla con decanal que esperan que pueda conducir a cebos que atraigan a los mosquitos a trampas letales o repelentes que interrumpen la señal.