Los tres ex consejeros presidentes del Instituto Federal Electoral (IFE) convertido luego en Instituto Nacional Electoral (INE), José Woldenberg, Luis Carlos Ugalde y Leonardo Valdés, llamaron a defender el presupuesto del organismo, al afirmar que la reducción de recursos es un duro golpe para la democracia.

En un foro convocado por dirigentes y simpatizantes de partidos de oposición, los especialistas dijeron que la iniciativa de reforma en materia electoral impulsada por el presidente López Obrador es regresiva, tendiente al control autoritario de las elecciones.

Una de las principales inquietudes de los asistentes al encuentro convocado por el denominado Frente Cívico Nacional fue saber de qué manera el INE podría organizar elecciones primarias, es decir, definir por esa vía al abanderado de la eventual alianza opositora; los ex consejeros respondieron de manera contundente que la ley actual no da esa atribución al instituto.

En cuanto al presupuesto, Leonardo Valdés señaló que cuando le preguntaban si la democracia era cara, respondía que sí pero en el sentido italiano del término; en ese idioma, caro significa querido.

No es costosa; a los jóvenes hay que decirles que el presupuesto del INE, incluido el financiamiento público a los partidos, representa 0.28 por ciento del Presupuesto de Egresos de la Federación. O sea, nuestra querida democracia no cuesta ni medio punto porcentual del presupuesto, aseveró.

Se manifestó a favor de mantener el gasto de campañas porque lo contrario es mandar a los partidos políticos a conseguir dinero quién sabe dónde.

Cada uno de los ex consejeros hizo una exposición sobre la reciente iniciativa de reforma constitucional en materia electoral, la cual incluye un ahorro de al menos 24 mil millones de pesos, acorde con exposición de motivos.

Woldenberg dijo que la propuesta implica la demolición de lo construido. De allá venimos.

Luis Carlos Ugalde puntualizó que hay siete batallas que vale la pena dar frente a la nueva iniciativa de reforma electoral, entre ellas, evitar la caída del presupuesto y la lucha simbólica en las calles en defensa de lo que consideran riesgo de un control autoritario y afectación a la democracia en su conjunto.