Miércoles 4 de mayo de 2022, p. a34
Ganar a la diabla significa estar al borde del abismo y en una descarga de orgullo arañar lo que parece perdido. Así, Diablos Rojos del México ganó ayer por 8-6 a Tigres de Quintana Roo para igualar la serie a un juego por bando, ambos disputados en el estadio Alfredo Harp Helú, casa de los Escarlatas, pero que ha sido prestada a los felinos que van de locales.
En el juego anterior los felinos se llevaron la victoria y esta vez parecía que aplicarían una segunda dosis a los pingos en un partido que sería a siete entradas. Sin embargo, el orgullo diablo exigió un inning más, pues en la sexta entrada empataron a 6-6. Una remontada gracias a la eficacia de Japhet Amador, quien conectó dos cuadrangulares y produjo cuatro carreras.
El séptimo rollo no fue fatídico, sino un capítulo del mejor suspenso que obligó a un octavo, donde salió la furia escarlata y con dos carreras definieron la noche.
El héroe fue Japhet Amador con su segundo jonrón en la octava que dio las dos carreras de la victoria. Roberto Osuna cerró y consiguió su tercer salvamento del año, mientras Jumbo Díaz se anotó su primera victoria de la temporada.
Este miércoles volverán a enfrentarse en este clásico que algunos recuerdan como la guerra civil.