Ante la amenaza de imponer aranceles hecha en su momento por el ex presidente de Estados Unidos Donald Trump, el presidente Andrés Manuel López Obrador no aceptó (que México se convirtiera en) el tercer país seguro que era la condición de EU para no imponerlos, sostuvo ayer el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.

En referencia a las recientes declaraciones del magnate estadunidense, señaló que es un hombre en campaña agitando el antimexicanismo que lo caracteriza. Lo que nos califica son los hechos, no sus dichos.

Por medio de diversos mensajes en redes sociales, el canciller Ebrard recalcó: me consta el patriotismo del presidente Lopez Obrador en aquellos momentos críticos, y ponderó que la entereza del tabasqueño permitió excluir del Tratado de Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) el capítulo energético, así como concretar el rescate del presidente de Bolivia, Evo Morales, luego del golpe de Estado, o diferir en el tema de Venezuela.

Al recordar que al inicio del presente sexenio ya había negociado Trump con el equipo del gobierno saliente (de Peña Nieto) incluir un capítulo energético en el T-MEC, subrayó que, de haberse aceptado, sería imposible la autonomía que hoy tenemos.

De igual forma, tampoco habríamos podido diferir con EU sobre Venezuela y dejar atrás la triste actuación del gobierno anterior en el Grupo de Lima. Menos aún, rescatado a Evo (Morales) del peligro extremo y otras relevantes acciones de la política exterior actual en defensa de AL y el Caribe.

El funcionario aseveró que en la administración federal somos patriotas y no tenemos nada de qué avergonzarnos. A la vez, se dijo orgulloso de servir a México y formar parte del gabinete de AMLO.