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Tumbando caña

Reflexiones a 50 años de la oficialización del Movimiento de la Nueva Trova Cubana

L

a exposición internacional de los principales protagonistas del Movimiento de la Nueva Trova Cubana (MNTC) tuvo un verdadero efecto catalizador en el contexto político-musical de la isla. El éxito de Silvio Rodríguez y Pablo Milanés en países como España, Argentina, Brasil y México, donde realizan conciertos multitudinarios ante una audiencia con devoción por la Revolución cubana y su máximo líder Fidel Castro, acaparó la atención de una generación de jóvenes cubanos nacidos en los albores de la epopeya revolucionaria, muchos de ellos estudiantes y con inquietudes intelectuales.

A diferencia de aquella otra generación de cubanos formados en tiempos de la república y acostumbrados a la música tradicional, esta nueva generación posrevolución no sólo quedó impresionada por la popularidad foránea de Silvio y Pablo, sino también por su halo intelectual de poetas con guitarras.

Además de estudiantes universitarios y jóvenes con inquietudes artísticas y literarias, otro sector de la juventud cubana, los llamados frikis (prototipo de hippie cubano de los ochenta) se identificó con estos trovadores, pues reconocían la influencia que tuvieron en ellos Bob Dylan, Los Beatles y la música rock; también tenían como referencia atractiva el historial contestatario de Silvio y Pablo. Sin duda, esta nueva generación de cubanos comenzó a ver en estos trovadores algo diferente, fuera de lo común o de lo que ellos llamaban chealdad cubana.

Fue entonces que Silvio y Pablo lograron salir de su capilla en Casa de las Américas y empezaron a realizar conciertos en escenarios más concurridos como el teatro Karl Marx y la escalinata de la Universidad de La Habana.

La era está pariendo un corazón de Silvio, grabado por Omara Portuondo en 1971 y Para vivir de Pablo, que interpreta, y graba también en esos años, en un disco que lleva su nombre, Elena Burke, le dan una mayor promoción a estos dos creadores y ayuda a que el público en general preste atención al trabajo de Noel Nicola, Vicente Feliú, Sara González, Amaury Pérez, Pedro Luis Ferrer y Alejandro García Virulo entre otros cantautores que integran el MNTC.

En ese contexto y empujados por unas condiciones propicias de radio, televisión y discográficas, surgen en otras regiones trovadores de gran valía como los orientales Augusto Blanca, José Antonio Rodríguez, Ramiro Gutiérrez, Freddy Laborí, René Urquijo, Isidro López Botalin, Lorenzo Cisneros Topete; el camagueyano Miguel Escalona, Lázaro García de Cienfuegos y el Duo Escambray de Sancti Spíritus integrado por José Ferrer y Pedro Damas.

En ese momento, el Resumen Cultural Anual del periódico Juventud Rebelde expresaba: Sin duda, uno de los fenómenos más interesantes dentro del campo de la música ligera, lo es el surgimiento de un grupo de jóvenes compositores en la línea de la canción comprometida que constituyen por primera vez, punto de atención de las amplias capas populares.

A partir de 1987, el MNTC se integra a la Asociación Hermanos Saíz de Jóvenes escritores y artistas, algo que como grupo organizado significa su desaparición. Entre las razones de ésta se ha señalado que, como organización, el movimiento arrastraba una crisis estructural que se fue agravando por el peso específico de sus figuras principales que se destaban de manera independiente. Vicente Feliú, presidente en aquel momento del movimiento comentaba: Esta crisis aparece en 1983 y se agrava en 1985, por lo que el movimiento no aguanta más y empieza a desintegrarse.

Para ese entonces la elevación de la calidad de los textos de la canción cubana era un hecho indiscutible y la categoría de trovador ya se consideraba significativa en la cultura cubana.

Una nueva oleada de cantautores se hace presente superando la inevitable influencia inicial de sus figuras más destacadas como Silvio o Pablo. A esta segunda generación de trovadores se le conoce como la novísima trova o generación de los topos por las duras condiciones en que tienen que desarrollarse dadas las condiciones políticas y económicas de Cuba que sufre la caída del bloque socialista y el endurecimiento del bloqueo estadunidense que propicia el llamado periodo especial. A esta nueva promoción pertenecen Santiago Feliú ( Futuro inmediato), Frank Delgado ( Sonríete sin malicia), Carlos Varela ( Jalisco Park), Alberto Tosca ( Aves dentro), Donato Poveda ( Como una campana de cristal), Gerardo Alfonso ( Sábanas blancas), Alberto Cabrales ( Pinta mi niña azul), Xiomara Laugart ( Hoy mi Habana), Polito Ibañez ( Recuento), José Antonio Quesada ( A remar), Geraldo Alfonso ( Aquí cualquiera tiene) y Kiki Corona ( Saberse cubano).

Continuará