Tomás Etcheverry llegó al Abierto de la Ciudad de México como 106 del tenis mundial, pero ser finalista lo recompensará con el ingreso al top-100, a partir del lunes.

El argentino de 22 años libró un duro y largo camino para imponerse al chileno Nicolás Jarry y convertirse en finalista del torneo clase Challenger que se desarrolla en el Centro Deportivo Chapultepec, donde hoy se medirá con el suizo Marc-Andrea Huesler (176), victimario del brasileño Felipe Meligeni (219), por 7-6 (7/4) y 6-2.

La verdad fue una gran batalla. Con este partido me metí entre los cien mejores del mundo. Es un sueño para mí, dijo un emocionado Etcheverry, que se impuso 3-6, 5-7 y 7-6 (7/4) en el encuentro que fue interrumpido por más de dos horas por una lluvia pertinaz que sorprendió en la cancha de arcilla, cuando el chileno ganaba 4-3 en el primer set.

Fue un partidazo, hubo un gran ambiente, mucha gente apoyándome y también a Nico. Entrenamos para estas batallas y hoy tocó para mi lado, pero no cabe duda que Nico se volverá a meter entre los cien dentro de poco, afirmó el argentino en referencia al chileno, quien llegó a ser 38 del orbe.

Jarry, sin embargo, estará en la final de dobles. En pareja con el brasileño Matheus Pucinelli, derrotaron 6-3 y 6-4 al ruso Evgeny Donskoy y al kazajo Grigoriy Lomakin, y se medirán con el francés Jonathan Eysseric y el neozelandés Artem Sita, que dieron cuenta de los bolivianos Federico Zeballos y Boris Arias, en supermuerte súbita, por 6-4, 6-7 (8) y 10-6.