En pandemia temporae es la adaptación que hizo el Seminario de un invitatorio escrito en 1843, hallado durante la nueva normalidad // Grabaron la versión actual a distancia: Escapamos del covid-19 con música
, expresa Lucero Enríquez Rubio en entrevista
Sábado 9 de abril de 2022, p. 3
Los integrantes del Seminario de Música en la Nueva España y el México Independiente (Musicat) vivieron una experiencia insólita al grabar vía remota una partitura del siglo XIX, un invitatorio (música para difuntos) que refleja varias similitudes con la época actual. El video fue difundido en YouTube (https://bit.ly/35DAL2m).
Por más de 20 años, la librería de cantorales y el archivo de música de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México se han convertido en lugares fértiles para hacer descubrimientos. Sin embargo, ambos inmuebles cerraron en marzo de 2020 debido al covid-19
, explica en entrevista la coordinadora del Musicat, Lucero Enríquez Rubio.
“Poco después, nuestra sede académica, el Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) de la Universidad Nacional Autónoma de México, también cerró. Fuimos dos veces expulsados por el coronavirus, por lo que tuvimos que adecuarnos a trabajar vía remota.
Bajo la nueva normalidad, nos rencontramos con unas fotografías de un invitatorio escrito en 1843 por José Ignacio Triujeque, género de obra con el que empieza un oficio de difuntos. La similitud de circunstancias entre ese pasado y nuestro presente son impresionantes.
En aquel año, ya no había capilla de música porque la catedral no tenía dinero para pagar a los músicos, y no fue culpa del covid, sino de las luchas de independencia, las invasiones y los despojos prevalecientes en México.
El covid-19 trajo una ola de muerte, incertidumbre, desempleo y miedo en la sociedad
, acota Enríquez Rubio. En medio de la pandemia, vivimos una época triste y desesperanzadora como la que se vivía en el siglo XIX en nuestro país
. Sin embargo, cuando un integrante del seminario propuso grabar la pieza de Triujeque, el proyecto cobró forma y logramos escapar de la pandemia haciendo música.
En pandemia temporae (en tiempos de pandemia) es el título del video producido y dirigido por Víctor López Menacho y Lucero Enríquez, en el que participan los tenores Carlos Vázquez y Óscar González, las sopranos brasileñas Febe Aguilar y Analía Cherñavsky, la flautista Isabel Rodríguez, el oboísta Gustavo Galván, el clarinetista Álex Cubilla, el trombonista René Ramírez y Víctor Cisneros, organista y conductor de los ministriles.
“Intercalamos la obra de Triujeque (ca. 1786-1850) con el canto llano como se hacía en el siglo XIX. Usamos la antífona anónima Regem, cui ómnia vivunt, alternada con el salmo 94: Veníte, exsultémus Dómino, que, traducido del latín al español, significa: ‘señor, tú que reinas, y que también eres rey de los vivos, te adoramos’”, rememora la también compositora y clavecinista.
“Hacer este video nos costó mucho trabajo porque lo realizamos a distancia, además de que varios integrantes lo hicieron con su celular y su micrófono no era bueno. Ahora somos optimistas, porque podremos darnos el lujo de grabar in situ para el próximo proyecto.”
Musicat obtuvo una subvención de la Fundación Cultural Latin Grammy con la que podrá desarrollar el proyecto El pasado que suena y resuena: nuestra herencia decimonónica.
Adscrito al rubro de la investigación, el incentivo monetario de 5 mil dólares (casi 100 mil pesos) será utilizado para producir tres videos y varios audios.
Se trata de una iniciativa aplicada a la preservación de varias obras de distintos géneros que se encuentran en archivos históricos (presentes en el siglo XIX) y que hoy día tienen cierta vigencia, además de que se hará el registro de obras que únicamente existen en la tradición oral
, detalla Enríquez Rubio.
“En su mayoría, los géneros propuestos son de carácter litúrgico o devocional (el alabado, el credo y el oficio de difuntos). Pero también hay una serie de cuadrillas y un vals de importancia histórica.
“Las obras novohispanas de autor son como pequeñas piedras preciosas que se engarzan en un edificio sonoro hecho de rezos, entonaciones salmódicas y canto monofónico (conocido como canto gregoriano).
Su redescubrimiento nos obliga a desmenuzar cómo lograron sobrevivir en la actualidad, pero, sobre todo, a preservarlas, darlas a conocer y ofrecer un contexto visual que cautive a quienes disfrutan de esa música. Nuestra premisa es: Si un músico no toca, se muere
, finaliza la coordinadora de Musicat.