“Estados Unidos quiere que prime un mundo unipolar, en el cual todos tienen que subordinarse al más fuerte. Intenta que todo Occidente se pliegue a sus intereses, como testimonia la dependencia de la OTAN y la Unión Europea. Pero hay países –China, India, Brasil, Argentina, México– que nunca van a aceptar que exista una aldea global con un sheriff estadunidense”, afirmó este sábado el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov.

En entrevista concedida al canal RT en su versión en idioma ruso, que puede verse ya sea en Rusia o fuera de sus fronteras usando un servidor VPN, Lavrov añadió que “estos países nunca harán genuflexiones cuando el Tío Sam les ordene hacer esto o aquello”.

El jefe de la diplomacia rusa subrayó que Rusia tampoco es, que nadie lo dude, de los otros países que se pliegan ante las instrucciones de Estados Unidos.

Lavrov acusó a Ucrania de querer realizar un ataque con armas biológicas contra Rusia, que en su opinión pudo impedirse al entrar las tropas de Moscú: Sabemos que estaban experimentando con infecciones potenciales, que podrían afectar a los grupos étnicos que viven en el este de Ucrania y en las regiones rusas colindantes.

De acuerdo con Lavrov, Kiev, al no querer cumplir los acuerdos de Minsk, preparó un plan B, que consistía en recuperar los territorios perdidos con un derramamiento de sangre monstruoso, con una escalada peor de lo que hacían con la población civil los ocho años recientes.

En cuanto a las negociaciones por videoconferencia que llevan a cabo Rusia y Ucrania, el canciller ruso estima que no se podrá alcanzar un alto el fuego, mientras Wa-shington impida que Kiev acepte el mínimo de exigencias de Moscú.

Se refirió también a las sanciones sin precedente contra Rusia y sostuvo que éstas son las quintaesencia de la política de Occidente: marginar a Rusia, contenerla, frenar el desarrollo de nuestro país y reducir a cero su papel en la política mundial, la economía, el deporte, el arte, el comercio, la ciencia y la educación.

Después de arremeter contra Francia, Alemania y otros países de la Unión Europea que, según él, en 99 por ciento perdieron su independencia frente a Estados Unidos, Lavrov apuntó: El cuarto paquete de sanciones (el actual) no tiene parangón: son más de 5 mil restricciones, casi el doble que las que se aplican contra Corea del Norte e Irán.

Conforme a Lavrov, “las sanciones siempre nos han hecho más fuertes (…) Las superaremos. Ahora sólo podemos confiar en nosotros mismos y en nuestros aliados”.

Para el ministro de Relaciones Exteriores ruso esta es la principal conclusión que saca Rusia en el contexto geopolítico presente.

Misiles hipersónicos

Mientras se libran ya combates en las calles del centro de Mariupol, puerto del mar de Azov, y una cuarta parte de los ucranios ha tenido que dejar su vivienda por la guerra, según datos de Naciones Unidas, el Ministerio de Defensa ruso informó este sábado que utilizó, por primera vez en condiciones bélicas, misiles hipersónicos de alta precisión Kinzhal (puñal).

Con este armamento, una de las variedades más modernas de su arsenal, el ejército ruso destruyó un depósito subterráneo, que contenía misiles y proyectiles antiaéreos, en la localidad de Deliatin, región de Ivano-Frankovsk (Ucrania occidental).

El periódico Ukrainskaya Pravda confirmó que el depósito quedó en ruinas, aunque ningún vocero del ejército ucranio pudo confirmar qué tipo de proyectil lo impactó, lo que sí hizo el portavoz del ejército ruso, general Igor Konashenkov, quien aseguró que en la exitosa misión se utilizaron misiles Kinzhal.

Prisioneros rusos

Irina Vereschuk, ministra a cargo de la reintegración de los territorios temporalmente ocupados (así se denomina su cargo), informó que Ucrania tiene 562 soldados rusos prisioneros, muchos de ellos son conscriptos que dicen que no quieren regresar a Rusia. Para ser incluidos en un intercambio de prisioneros es condición obligatoria que estén de acuerdo, pero estos niños que hacían su servicio militar no quieren volver al país que los envió a matar a mujeres y niños ucranios.

Hace dos días quedó en libertad el alcalde de la ciudad de Melitopol, Ivan Fiodorov, secuestrado el 12 de marzo pasado por un comando ruso tras ser cambiado por nueve soldados rusos prisioneros.