Observaciones satelitales de Francia reportan la forma en que avanza el sargazo por el océano Atlántico tropical y el Caribe. Hay un boom que arribará a las costas caribeñas mexicanas en las próximas semanas y meses, dijo Juan Carlos Herguera, titular del departamento de ecología marina del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (Cicese).

La presencia de sargazo en el Caribe mexicano es un problema que comenzó la década pasada y crece cada año. En entrevista, Herguera apuntó que se ve con el Conacyt contar con estaciones de observación en el Caribe para tener información y podrían empezar a funcionar el año próximo.

Se ha avanzado en la vigilancia del sargazo en los océanos, pero aún falta en las playas de Quintana Roo, para lo cual se requieren herramientas como mapas, que no hay, y a partir de ello definir acciones para su manejo, señalaron especialistas del Colegio de la Frontera Sur.

Durante el coloquio virtual el Monitoreo de sargazo en las playas del Caribe mexicano, convocado por el Instituto de Ciencias Aplicadas y Tecnología de la UNAM, Hugo Enrique Lazcano explicó que el sargazo es un reto porque al llegar en grandes volúmenes a tierra genera conflictos.

Mencionó que el monitoreo en mar abierto es suficiente, ya que además del conocido mar de los sargazos, desde 2011 se encontró un nuevo cinturón en la parte central del Atlántico, pero cuando llega a la costa es un desafío y genera problemas a la industria turística.

Explicó que hace falta limpiarlo de las playas para contribuir a su manejo, pero se requiere más que acciones reactivas. Al no haber información de lo que llega no se puede hacer un plan sostenible a mediano y largo plazo. Se necesita, precisó, información diaria de las playas con resolución espacial de centímetros y que cuando se empiece a recolectar se conozcan la cantidad que se mueve y los sitios donde se va a tirar, que deben tener las condiciones adecuadas para su manejo.

Aseguró que así se podría aprovechar el sargazo con una estructura que sume a los distintos sectores.

Javier Arellano señaló que en ocasiones se observa sargazo frente a una playa, pero los vientos hacen que llegue a otra, por lo que también se necesita monitoreo en tierra. A partir del sargazo, aseguró, se generan fertilizantes e incluso se pueden producir tabiques.