México planteó ayer que se necesitan reformas a los métodos de trabajo del Consejo de Seguridad (CS) de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para convertirlo en un órgano más transparente, democrático, representativo y eficaz.

En una sesión de negociaciones intergubernamentales para la reforma del consejo, celebrada en Nueva York, el representante permanente de México ante la ONU, Juan Ramón de la Fuente, señaló que estos cambios no deben limitarse a la ampliación de sus miembros y que el derecho de veto debe restringirse en casos de atrocidades masivas, indicó la Misión Permanente de México ante la ONU.

La reforma del CS se ha discutido desde hace años, pero no se han alcanzado los consensos necesarios para realizarla. Hoy ha recobrado vigencia con el reciente veto de Rusia a las resoluciones votadas mayoritariamente sobre el conflicto en Ucrania.

Alemania, Brasil, Japón y Sudáfrica buscan un lugar permanente en el CS. En cambio, México –que es miembro no permanente– aboga por un incremento de los miembros electos para equilibrar el poder, dando más peso en las decisiones a las posiciones de los miembros no permanentes y aumentando los costos políticos de quien amenaza con el empleo del veto.

México señaló que los miembros electos o no permanentes son los que promueven mejoras constantes en los métodos de trabajo del CS y también han diseñado formatos innovadores e incluyentes a fin de escuchar a todos los estados involucrados (sean o no miembros del CS) y a la sociedad civil.

De la Fuente subrayó que el control que ejercen los miembros permanentes en los temas cercanos a sus intereses nacionales muestra que la adición de nuevos miembros permanentes no es una respuesta para mejorar el funcionamiento del CS. Por el contrario, podría anquilosar aún más los procesos de toma de decisiones y fortalecer el monopolio político de la agenda.

México planteó que la Asamblea General debe ser más proactiva en función de las atribuciones relacionadas con la paz y la seguridad internacionales, como dicta la Carta de la ONU, particularmente ante la parálisis del CS, para atender ya sea crisis de seguridad o crisis humanitarias.

De hecho, en los próximos días la asamblea discutirá el proyecto de resolución presentado por México y Francia para atender la situación humanitaria en Ucrania, ante un nuevo veto de Rusia en el CS.