Sábado 19 de febrero de 2022, p. 9
El índice de población que se encuentra en pobreza laboral –es decir, con ingresos menores al costo de la canasta alimentaria– bajó casi seis puntos porcentuales en los últimos 15 meses para ubicarse en 40.3 por ciento en el cuarto trimestre de 2021, lo cual se debe en gran medida al aumento de los ingresos laborales y del número de personas ocupadas.
Así lo indicó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el cual destacó que este descenso tuvo lugar pese a los altos niveles de inflación en México, aunque la baja no ha sido suficiente para alcanzar los números de pobreza laboral que había antes de la pandemia de covid-19.
Sin embargo, a partir de ese momento se ha presentado una tendencia de recuperación trimestral (con excepción del tercer trimestre de 2021), de tal forma que para el cuarto trimestre de 2021 mostró un nivel de 40.3 por ciento, lo que implica una disminución a nivel nacional de 5.7 puntos porcentuales
.
Este tipo de precariedad también disminuyó, con respecto al tercer trimestre de 2020, en los ámbitos rural y urbano, con descensos de 4.5 y 6.1 por ciento, respectivamente.
De acuerdo con el Coneval, entre los factores que explican la caída de la pobreza laboral está el aumento del ingreso laboral per cápita de 11.6 por ciento, al pasar de 2 mil 460.50 pesos a 2 mil 745.32 (a precios del primer trimestre de 2021), así como por el incremento de 5.1 millones de personas ocupadas.
El órgano especializado destacó que esta baja haya ocurrido en un contexto donde la inflación general anual promedio del cuarto trimestre de 2021 fue de 7 por ciento –3.1 puntos mayor a la del tercer trimestre de 2020–, lo que a su vez generó aumentos superiores a la inflación en el costo de la canasta alimentaria.
Pese a ello, el Coneval subrayó que si bien la economía y el mercado laboral han registrado una recuperación posterior a la contingencia sanitaria por el covid-19, el porcentaje de la población en pobreza laboral aún no alcanza los niveles registrados en los trimestres previos al inicio de la pandemia: en el primer trimestre de 2020 este nivel era de 36.6 por ciento
.