Entrevista al Mtro. Mujtar Leboihi Emboiric
México y la República Árabe Saharaui Democrática
Es un gusto tener esta entrevista con usted para poder conocer más acerca de las relaciones que México mantiene con la República Árabe Saharaui Democrática. Son 84 países los que a nivel mundial han hecho un reconocimiento oficial, y somos precisamente uno de esos casos. Díganos, ministro, ¿cómo se dio tal reconocimiento?
Muchas Gracias, el placer es mío por poder compartir con ustedes hoy. México reconoce al estado saharaui o República Árabe Saharaui Democrática (RASD) en 1979. El reconocimiento entre Estados lo ampara la convención de Viena y refleja el reconocimiento mutuo como sujetos del derecho internacional. En este caso, fue en los años ochenta que se establecieron relaciones diplomáticas entre nuestros Estados, y desde entonces tenemos nuestra embajada en la Ciudad de México.
En América Latina todos los países, exceptuando tres, tienen relaciones diplomáticas con el estado saharaui. Algunos gobiernos como Perú, Bolivia, Colombia, Ecuador o Costa Rica, por ejemplo, decidieron enfriar relaciones diplomáticas con el Gobierno Saharaui, aunque luego se dieron cuenta de que se había avanzado en el acuerdo de paz que habíamos firmado nosotros y Marruecos con la ONU, por lo que, cuando se dieron cuenta que habían sido engañados por Marruecos, ya que se había comprometido a celebrar el referéndum en el año 1992, en su mayoría decidieron restablecer sus relaciones con la RASD.
'''¿Cómo observa las relaciones diplomáticas que han sostenido desde entonces y qué representa para ustedes tratándose de un país como México?'''
México es un importante aliado y muy buen amigo. Aquí se estableció el primer comité de solidaridad con nuestro pueblo en el mismo año de 1976, en que Marruecos y Mauritania ocuparon parte del territorio saharaui. Fue México quien convocó al Consejo de Seguridad cuando Marruecos desmantelaba violentamente unos campamentos de protesta de civiles saharaui en las afueras del Aaiun, y durante todos estos años ha defendido el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui en la ONU.
En México hay asociaciones de amistad con el pueblo saharaui que han trabajado arduamente por dar a conocer la realidad de nuestro pueblo. Muchos mexicanos han ido a conocer la realidad de nuestro pueblo in situ y han compartido con los saharauis las duras y las maduras. México, junto con América Latina, son nuestra profundidad estratégica y por eso nuestras relaciones diplomáticas son también una prioridad.
En términos generales, ¿cuáles son los alcances más significativos que han tenido lugar desde nuestro país?
Con México, además de las relaciones diplomáticas excelentes, hemos tenido becas para estudiantes saharauis en universidades mexicanas, así como intercambios culturales importantes. Recientemente, invitados por el gobierno federal, estuvo un grupo musical saharaui en las festividades por la Independencia de México.
Los viajes entre mexicanos y saharauis han ayudado a que nos conozcamos mutuamente. La Embajada Saharaui en México y las asociaciones mexicanas amigas realizamos importantes actividades para que los mexicanos sigan conociendo más la realidad de nuestro país, como, por ejemplo, el Festival de Artes y Derechos Humanos que se realiza anualmente en el Sáhara, donde mexicanos no solo han participado, sino que ha llegado a ser sub-sede, así como la maratón del Sáhara o el Festival del Cine Fisahara. Todas estas actividades y más pueden consultarse en la página web de la Embajada Saharaui. www.embajadasaharauimexico.org
'Sin duda, la ocupación en el Sáhara Occidental ha tomado mucha mayor relevancia desde que el año pasado, durante el mes de noviembre, se diera la ruptura del alto al fuego como resultado de las acciones marroquíes contra población civil saharaui que se manifestaba pacíficamente. En este contexto, ¿cuál ha sido la postura de México y de la sociedad civil en general?'''''
México, desde luego, como todos los demás Estados, está muy informado sobre la guerra que ya lleva más de un año en curso en el Sáhara Occidental. Como ustedes recordarán, Marruecos llevaba años violando la legalidad de los acuerdos de paz, intentando abrir una brecha ilegal en la zona del Gargarat al suroeste del Sáhara Occidental. El hecho había sido denunciado por la propia ONU, y los saharauis le habíamos pedido a la ONU, en varias ocasiones, que asumiera su responsabilidad ante las sistemáticas violaciones por parte de Marruecos, tanto en la zona del Gargarat como en el acuerdo de paz en general.
Marruecos, sabiéndose inmune, no solo quiso abrir la brecha, sino que lo hizo con el ejército cruzando el muro, posible ante el silencio de la ONU y la comunidad internacional. Los saharauis somos un pueblo muy paciente y pacífico, pero treinta años y reiteradas violaciones al alto de fuego por parte de Marruecos sin que pasara nada, fueron suficientes cuando Marruecos intentó, por la fuerza, desalojar a la población civil que se mantenía protestando en la zona.
Lo cierto y lo lamentable es que, ante la pasividad de la comunidad internacional, ha vuelto la guerra en el Sáhara Occidental y ya llevamos más de un año en una franca guerra, con los acuerdos de paz enterrados bajo el fuego.
Sabemos que su gestión comenzó en medio de una pandemia que ha azotado a todo el mundo y ha cambiado muchas formas de hacer nuestras actividades cotidianas. En su caso, como representante de su gobierno en México, ¿cuáles han sido los principales retos que ha tenido que enfrentar con estas situaciones?
Como todos los mexicanos y colegas diplomáticos, nos han tocado dos años muy complejos dada la pandemia y todo lo que ella supone de trabajo, de cuidados, de comprensión y de cómo lidiar con ella. También han sido años de mucho dolor para todos por las vidas que se han perdido. Sin embargo, la Embajada siguió trabajando, como todos, dentro de los parámetros establecidos en función de los semáforos, la sana distancia y demás medidas propuestas por las autoridades.
Hemos logrado con éxito realizar nuestro trabajo online como todas las instituciones, por ejemplo, se realizó con éxito un diplomado en línea sobre el Sáhara Occidental junto a la UNAM, el Tec. de Monterrey, la Universidad Santiago de Compostela y la Universidad Saharaui de Tifariti.
Con la llegada de una “nueva normalidad”, ¿cuáles son las principales tareas por hacer en nuestro país?
Seguir trabajando para que más mexicanos conozcan la realidad saharaui y sobre todo seguir fortaleciendo aún más nuestras relaciones diplomáticas y políticas. En México, no solo se defienden los principios, sino que hay toda una escuela e historia doctrinal que siempre ha defendido la autodeterminación de los pueblos; y en el Sáhara Occidental y en África esperamos mucho de esa escuela y de México.
Por eso, se espera trabajar en los temas de los derechos humanos, en la presión a cielo abierto más grande del mundo que es el Sáhara Occidental ahora mismo, sobre la pasividad de la ONU ante un verdadero conflicto de seguridad y paz, así como dar a conocer aún más la realidad de la lamentable guerra a la que está sometido el pueblo saharaui. •