Nueva York. Tras años difíciles marcados por la política y la pandemia, la publicidad prepara un retorno grandioso para el Supertazón de mañana que incluye el regreso de grandes marcas y celebridades, con el que busca mostrar que Estados Unidos se levanta.

A una media de 6.5 millones de dólares por medio minuto, según varios medios estadunidenses, la cadena NBC que retransmite esta final de la NFL podría alcanzar un volumen de negocios superior al del año anterior.

Tras la caída en 2021, el precio de los anuncios subió en 2022 una media de 18 por ciento, excelente señal del apetito por este monumento del deporte estadunidense.

El Supertazón es un terreno publicitario único, porque puede llegar a 100 millones de perso-nas, recuerda Charles Taylor, profesor de mercadotecnia de la universidad de Villanova.

Tras un 2020 político, con anuncios comprados sobre todo por los aspirantes a la presidencia estadunidense, Donald Trump y Michael Bloomberg, 2021 estuvo aún más marcado por la pandemia, reflejando el estado de ánimo del país, entre el virus y una economía convaleciente.

Por primera vez en 37 años, la cervecera Budweiser se saltó el acontecimiento, prefiriendo consagrar su presupuesto para promover la campaña de vacunación contra el covid-19. Coca-Cola y Pepsi también estuvieron ausentes.

Tras dos años de covid, nuestro objetivo es destacar la perseverancia y la determinación del país y mostrar que uniéndonos, podemos avanzar, declaró Daniel Blake, vicepresidente de Budweiser.

Este año no se verá (en los anuncios) a gente con mascarilla ni conversaciones sobre el virus ni discursos políticos, anticipa Tim Calkins, profesor de mercadotecnia de la universidad de Northwestern.

Además de los fieles, las start-ups buscan captar un poco de luz en esta gran final que disputarán Carneros de Los Ángeles y Bengalíes de Cincinnati.

Cerca del 40 por ciento de los anunciantes serán novatos, entre ellos, las criptomonedas, los vehículos eléctricos y las plataformas de apuestas deportivas, tres sectores de la economía estadunidense con viento a favor.

Es posible que la publicidad haya migrado a Internet, con su enfoque personalizado para cada consumidor, pero nada remplaza al Supertazón. Se pueden comprar los espacios en Facebook y saber exactamente quién va a pin-char, dónde van a ir los internautas, dice Tim Calkins, pero hacer pu-blicidad durante el Supertazón, es otra cosa. Se construye una marca.