El libro La hoguera de Cocula, que preparó Mario Héctor Rivera Ortiz (Guadalajara, 1927), en colaboración con Carlota Guzmán de la Garza, Mario Rivera Guzmán y Salvador Rivera Guzmán, tiene la intención de contribuir a mantener viva la auténtica verdad histórica sobre los hechos de Ayotzinapa.

Se trata de un libretón de consulta para políticos militantes, historiadores, novelistas, ensayistas y demás hemerófilos, añaden los compiladores. Es también una bitácora de lo ocurrido en torno a los normalistas desaparecidos en Guerrero, desde el 19 de septiembre de 2014, hasta el 26 de octubre de 2021.

Este libro fue pensado para contrarrestar la inicua desinformación que difundieron algunos medios y ayudar a lavar la historia de militantes revolucionarios y democráticos honestos, a quienes se ha tratado de enlodar o enterrar con la impunidad y el olvido, reiteró Rivera Ortiz en entrevista con La Jornada.

El investigador, doctor en Ciencias Sociales por la Universidad Autónoma Metropolitana, agregó que abarca sus propósitos de manera prioritaria la intención de dar a conocer a las masas de estudiantes, obreros y campesinos, información orientadora para que asuman en su práctica política posiciones revolucionarias, frente a crímenes como el de Ayotzinapa y, por supuesto, alimentar las llamas del odio popular en la hoguera que consume, no a las víctimas, sino a los genocidas.

Para seleccionar el recuento incluido en La hoguera de Cocula, los autores tuvieron en cuenta la calidad política de los medios escogidos, su historia, la oportunidad de la información y su difusión nacional.

Rivera Ortiz, quien ha sido activista social desde su participación en el movimiento estudiantil de Jalisco de los años 40 y 50, consideró que la forma en que el Estado ha manejado el asunto de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa en los medios de comunicación ha sido aceptable durante el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, aunque cada vez hay más silencio, y el asunto, después de ocho años, no acaba de resolverse.

El autor fue secretario general de la Juventud Comunista y miembro suplente del Comité Central del Partido Comunista Mexicano, al que ingresó en 1947. Como médico cirujano (su primera profesión), trabajó como doctor internacionalista en La Habana y Santa Clara, Cuba, entre 1962 y 1966, donde fue reconocido por Fidel Castro por su labor en la fundación y desempeño del servicio de cirugía de tórax del hospital Provincial de Santa Clara, Las Villas.

“No todos los medios lo han hecho como La Jornada –continúa–, pues hubo algunos que callaron, recortaron, deformaron y escamotearon la verdad. Desde un principio inventaron historietas falsas para encubrir las responsabilidades de los poderes estatales y paraestatales en el crimen, al mismo tiempo culparon a las víctimas, a sus familiares y a otras personas.

“Este libro es, en efecto, una bitácora incompleta de los hechos principales considerados en el periodo estudiado (2014–2021), a partir de las páginas de los La Jornada, El País, ¡Por Esto! y Milenio. Sólo quedaron fuera algunas notas repetitivas o de poca utilidad histórica. Por supuesto no intentamos agotar el tema”, concluye el investigador social, autor de la novela La conexión cubana (2018).

Por ahora, La hoguera de Cocula puede conseguirse directamente con los compiladores en los siguientes números telefónicos: 55-5573-5047 (Mario Héctor Rivera Ortiz) y 55-3924-7524 (Mario Rivera Guzmán).