El artista jalisciense es considerado uno de los máximos representantes de la escuela de la imprenta Madero y de la gráfica mexicana
Domingo 6 de febrero de 2022, p. 2
Xalapa, Ver., Rafael López Castro (Los Altos de Jalisco-1946) se puso de pie desde su lugar en la mesa del presidio, y alzó un vaso hasta la altura de la vista: ¡Brindo con ustedes con un vaso de agua!
En el auditorio hubo risas cómplices, aplausos y miradas de admiración. Este acto espontáneo fue el cierre de la presentación de Suave trazo, libro-homenaje que reúne 50 años del trabajo de López Castro en el diseño gráfico.
El viernes pasado, pintores, artistas plásticos, fotógrafos, grabadores, literatos, egresados y profesores de la Facultad de Artes Plásticas de la Universidad Veracruzana (UV) se reunieron en el auditorio del Museo de Antropología de Xalapa para rendir homenaje a Rafael López Castro, considerado, junto con Vicente Rojo, uno de los máximos representantes de la escuela de la imprenta Madero y referente infaltable en la historia del diseño gráfico en México.
Apenas rota la formalidad del acto, los presentes se agolparon en torno a López Castro para la firma de libros, para saludarlo, expresarle admiración, contarle alguna anécdota. El homenajeado, de buen humor, bromeó sin prisas con sus interlocutores, y firmó hasta el último de los libros que le pusieron enfrente.
Era tarde, pero López Castro no tenía prisa; se dio tiempo para recorrer la muestra textil Así viste mi pueblo: indumentaria tradicional de Veracruz, selección de atavíos tradicionales de las diversas regiones de Veracruz,del coreógrafo René Ramírez Ordóñez.
La presentación de Suave trazo: Rafael López Castro, diseñador gráfico mexicano es de las primeras actividades presenciales de la editorial de la UV en lo que va de 2022. La pandemia impuso sus reglas: el cupo fue de 70 por ciento en el recinto, los asistentes estuvieron a un asiento de distancia y el cubrebocas fue obligatorio durante toda la ceremonia.
Mas estas normativas no enfriaron el homenaje: en el ambiente flotaban palabras de cariño y reconocimiento que acogieron al artista jalisciense, referente en la historia del diseño gráfico en México. Uno a uno de los invitados hilvanaron las características y elementos más importantes de la aportación de López Castro y la relevancia de reunir su trabajo en un libro.
“Hablar de López Castro equivale a referir su aportación a la cultura gráfica de este país, a la historia del diseño gráfico, carteles, logotipos, portadas de discos, libros y revistas por encargo, publicaciones de fotografías y diseños de su autoría. Bestiarios, seres fantásticos y collages forman parte de ese imaginario, que es suyo y colectivo, que son memoria y patrimonio colectivo, pero suyo”, expresó José Manuel Morelos, director del Instituto de Artes Plásticas de la UV y uno de los anfitriones del tributo.
En la presentación, Manuel Morelos estuvo codo a codo con López Castro. En su intervención leyó uno de los textos de su autoría, que forman parte de Suave trazo: El niño al que la morenita le guiñó un ojo
, donde describió que en la obra del homenajeado se observa el predominio del dibujo, la inteligencia y la audacia en sus ensamblajes e instalaciones.
Dijo que lo inverosímil, lo lúdico, el humor, el erotismo y el amor pueden verse en cada trazo. Su obra nos remite a México, su imaginería e identidad popular, al festín de sus sentidos, por lo que algunos apresurados lo definen como mexicanista, lo que a él le hace lo que viento a Juárez
.
Manuel Morelos resaltó que el trabajo de López Castro, “después de comunicar de manera elocuente y diáfana en un espacio y tiempo determinados, queda como memoria y como resorte de la memoria, como obra de arte, como fetiche y pieza de colección.
Aludir a López Castro es hablar del maestro de maestros, de esos que no son de aulas y que hacen escuela en tanto construyen conocimiento desde su oficio, a partir de la estética de su ética.
Bosquejos de movimientos sociales
En su intervención, Martín Aguilar Sánchez, rector de la UV e invitado de honor en la presentación del libro, dijo que como presidente de la asociación civil Red Mexicana de Estudio de los Movimientos Sociales, y desde ahí, seguimos la trayectoria histórica de movimientos, luchas sociales, esfuerzos políticos y procesos de democratización en el país, y en todo eso, las imágenes invaluables de Rafael López Castro son esenciales para seguir esa historia, para adentrarse, para reflejar momentos importantes del país
.
Destacó el papel del homenajeado en la propaganda de Heberto Castillo, líder de izquierda, y las ilustraciones para la revista Voz y Voto.
Rafael López Castro es uno de los diseñadores gráficos más prolíficos, que más ha trabajado y aportado al diseño gráfico mexicano, latinoamericano y, sin exagerar, al resto del mundo
, sostuvo a través de un video Antonio Pérez González, licenciado en historia del arte por la Universidad de la Habana y profesor de artes plásticas de la UV.
Añadió: Rafael es alguien a quien podemos tener siempre en nuestro corazón y en nuestra pupila. Viendo lo que él hace nos sentimos contentos y podemos acercarnos un poco a lo que fue capaz de realizar. Rafael es alguien prolífico y creativo, enormemente creativo
.
Suave trazo: Rafael López Castro, diseñador gráfico mexicano reúne una selección del trabajo realizado por el artista durante más de 50 años, creando diseños para los productos culturales y sociales más importantes del país.
Contiene más de 50 textos de intelectuales, académicos y diseñadores gráficos. Su finalidad principal es acercar el trabajo del autor a las nuevas generaciones, con el propósito de que conozcan parte de su tradición artística, visual y cultural.
El libro permite revisar con calma cada trabajo de López Castro, y dar a ese ejercicio de confrontación un sentido hermoso
, señaló Pérez González, quien envió sus felicitaciones por el volumen de su obra.
Una de las sorpresas del libro es que la portada sobrepuesta es un póster de El Huarache, uno de los diseños más emblemático de López Castro y, por el otro lado, contiene una fotografía de los integrantes de la imprenta Madero.
La idoneidad del libro quedó demostrada durante la presentación: todos los ejemplares que la Editorial de la UV llevó hasta el MAX, se agotaron en un santiamén; lectores alentados por un descuento especial y por la admiración a López Castro.
Germán Montalvo, diseñador, originario de Omealca, Veracruz, y parte de la imprenta Madero, también participó del homenaje mediante un video. Entre otros temas, destacó que “Suave trazo es un libro importante para acercarnos a la obra de este gran diseñador gráfico mexicano”.
Explicó que el título del libro lo tomaron de La suave patria
, de Ramón López Velarde, de quien López Castro es asiduo lector.
Es un libro inspirador; creemos que el impulso que dio la UV a este proyecto es muy significativo, porque en Xalapa hay una generación orgánica de diseñadores que ha tenido la intención de acercarse al mundo de la representación a partir del dibujo, del diseño y de la fotografía.
Alberto Tovalín Ahumada, coordinador editorial del libro, leyó un texto de Juan Villoro, que también forma parte del libro, El inventor de la flecha
, donde se destacó que los trazos de López Castro estuvieron al servicio de las causas de sociales de izquierda.
Ha puesto sus lápices al servicio de dos motivaciones fundamentales: la cultura y la izquierda. Con sostenida solidaridad, ha regalado diseños a quienes desean cambiar el mundo, pero no pueden patrocinar sus esperanzas. En ocasiones, lo único que queda de una lucha política es su impronta visual. El caso más emblemático es el del eclipsado PRD, del que sólo sobrevive el inolvidable emblema del sol azteca diseñado por López Castro.
Publican Suave trazo: Rafael López Castro, diseñador gráfico mexicano la UV, El Colegio Nacional, la Universidad Nacional Autónoma de México, la Universidad Autónoma Metropolitana, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, la Secretaría de Cultura de Jalisco, Parametría y Cinemanía. Participaron en la curaduría, Germán y Jaqueline Montalvo; Alberto Tovalín Ahumada, en la coordinación editorial, y la producción ejecutiva fue de José Manuel Morelos, Santiago Robles y Guillermo López.