Martes 4 de enero de 2022, p. 18
Bogotá. Al menos 23 muertos dejaron enfrentamientos entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la última guerrilla reconocida en Colombia, y disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que se apartaron del acuerdo de paz, en una región fronteriza con Venezuela, informó ayer la Defensoría del Pueblo.
El presidente colombiano, Iván Duque, convocó a un consejo de seguridad y ordenó al ministro de Defensa, Diego Molano, el despliegue de dos batallones a Arauca para apoyar a las autoridades locales con la labor de control territorial.
El secretario de gobierno de Arauca, Édgar Guzmán, apuntó a la muerte del Mazamorro, dirigente del ELN como causa de los recientes enfrentamientos.
Duque subrayó que debido a este caso, se adelantaron dos consejos de seguridad en las últimas 48 horas.
El presidente aseguró que su gobierno fortalecerá las labores de inteligencia y contrainteligencia en la zona con el uso de drones
y mediante un seguimiento en todos los puntos donde sabemos que los grupos armados ilegales están cruzando la frontera
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Horas antes, en entrevista con la emisora FM, Duque aseguró que los choques entre grupos ilegales ocurrieron por la protección que les brinda el gobierno de Venezuela. Los dos grupos han tenido protección y resguardo del régimen de Nicolás Maduro; allá llevan una práctica no solamente de tolerancia sino de protección activa de estos grupos hace mucho tiempo
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Duque lanza acusaciones contra Venezuela
Duque afirmó que los enfrentamientos en el departamento de más de 300 mil habitantes se deben a la frontera porosa
de 2 mil 200 kilómetros que Colombia comparte con Venezuela, donde el gobierno permite el asentamiento a grupos armados ilegales
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Colombia y Venezuela rompieron relaciones poco después de la llegada de Duque al poder en agosto de 2018.
El ELN es reconocida como la última guerrilla del país tras el desarme de las FARC, que negociaron su desmovilización en un acuerdo con el gobierno del Nobel de Paz Juan Manuel Santos en 2016.
Aunque el acuerdo de paz alivió la violencia política, Colombia vive una arremetida de grupos armados con un rebrote de matanzas, asesinatos selectivos y desplazamientos forzados.