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Falleció el cineasta independiente Christian González Morfín
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▲ Fotograma del video casero Ritmo, traición y muerte: la cumbia asesina, de 2012, protagonizado por Tania Robledo y Tomás Goros.
 
Periódico La Jornada
Jueves 30 de diciembre de 2021, p. 8

El cineasta Christian González Morfín falleció el pasado martes a los 63 años.

Durante la década de los 80 estudió en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC), ahora Escuela Nacional de Artes Cinematográficas de la UNAM, donde conoció a algunos de quienes serían sus colegas: María Novaro, Gregorio Rocha, Gerardo Lara y Víctor Ugalde, entre otros, aunque, a diferencia de ellos, abandonó pronto la carrera.

Él llegó ahí y aprendió lo que pudo, pero la verdad es que con su experiencia estaba muy por arriba incluso de muchos profesores que eran teóricos, contó Ugalde en entrevista. En el poco más de año y medio que González Morfín estudió, forjó amistad con él. Me produjo mi primera y segunda películas en el CUEC, agregó.

En aquella época ambos realizadores partían de la idea de hacer un cine que atrajera público, aunque sus métodos eran muy distintos. Si pensamos en alguien con mucho oficio, es Chrisitian, expresó Ugalde. Su compromiso lo llevó a seguir haciendo filmes, a pesar de las dificultades financieras que le suponían.

En 1985, con el largometraje Thanatos, el cineasta de videos caseros debutó como director profesional. Entre los logros de esa película se cuenta el Ariel de la Academia Mexicana de Cine que obtuvo Gabriela Araujo por mejor actriz coprotagonista. Más tarde, gracias a un nuevo mecanismo de fomento al sector, González Morfín obtuvo su primer y único apoyo para producir.

Era el intento de hacer las decisiones más democráticas, describió Ugalde. Gracias al llamado Fondo de Fomento al Cine de Calidad se empezó finalmente a seleccionar a personas sin conexión con el gobierno de Miguel de la Madrid. Con esos recursos, González Morfín hizo su segundo largometraje Polvo de luz (Light of Dust), filmado en 1988. Intentó varias veces presentarse ante los del fondo, pero siempre lo rechazaron. Muchas de esas películas se filmaron y quedaron bien, explicó su colega.

Aunque lo obtuvo y volvió a intentar conseguir apoyos públicos para producir sus películas, no lo logró. He filmado todas esas cintas contra viento y marea; tuve que desarrollar la cualidad de detectar a los productores que querían hacer un filme; lo tomé como trabajo, no como capricho, dijo en una entrevista con este medio.

Dirigió a actores famosos

González Morfín nunca paró su labor. Trató de hacer cine para las clases medias, y vio la realidad: no había consumo, señaló Ugalde. De esa manera, aprendió a recuperar el dinero que invertía. Aunque su obra no gustaba a la academia, logró seguir haciendo cine gracias a que reinvertía lo que recaudaba.

Su manera precaria de trabajar ocasionó que muchas veces tuviera que dejar a sus actores sin pago. En la industria del cine hay dos mundos: el oficial, que se paga bien, y las películas que se hacen arañando las paredes, explicó Ugalde.

A pesar de que el cine de González Morfín perteneció a la segunda categoría, también trabajó con muchos actores ahora famosos: Flaco Ibáñez, Mariana Ávila y Alberto Estrella, entre otros.

La verdad es que tenía un ojo muy bueno. Yo siempre digo que para poder hacer cine hay que casarse, aunque no físicamente. Él estuvo trabajando mucho tiempo con su director de fotografía, Juan Carlos Martín. En las primeras películas sólo filmaba con él. Entonces hizo unas mancuernas muy padres y le sacaba jugo a la pobreza, a no tener presupuesto, detalló Ugalde.

Aunque no llegó a producir cien películas, González Morfín logró dirigir más de 70 y fue guionista de más de 40. Entre estas cintas se encuentra Ritmo, traición y muerte: la cumbia asesina, clásico del videocasero por su impacto comercial en México y Estados Unidos. Otros de sus títulos son Por un salvaje amor, El bulldog y Esclavas del sadismo.

Christian González también fundó su propia productora, Uzy Films, la cual ya ha realizado varios filmes.

En 1998 fundó Uzykybalion Cine, cuyo objeto principal es la producción de largometrajes para distribución internacional. Shibari fue el primero.