A pesar de las complejidades sociales, políticas y económicas que implica montar obras de teatro en su barrio, la compañía Tepito Arte Acá reactivó funciones en espacios públicos y busca tener acceso a vecindades de esa legendaria colonia, ubicada en la alcaldía Cuauhtémoc, para llevar cultura, entretenimiento y generar identidad.

La iniciativa Tepito pa’l barrio comenzó hace 15 días, encabezada por su fundador, Virgilio Carrillo, y Susana Meza, directora artística de la compañía que cumplirá 42 años en abril próximo, desarrollando, sobre todo, trabajo de socialización enfocado en los niños y jóvenes, a través de funciones en escuelas, talleres y espectáculos.

Hemos sobrevivido al impacto de la pandemia y al desinterés de las autoridades por la cultura; no sólo de la Cuarta Transformación, sino de administraciones pasadas. Si a este gobierno o a los anteriores no les importa, nosotros tratamos de impulsar espectáculos, no para aliviar, sino como forma de decir que existen lugares donde se puede vivir sin violencia, con menos penuria y tristezas, expresó Carrillo.

Prosiguió: “Es una especie de olvido, no sé si sea propósito, pero esto sucede, pero los niños sí son una alternativa (de cambio), pues tenemos jóvenes que comenzaron en los talleres de verano y algunos egresaron de la carrera de literatura, unos son tiktokers o youtubers, y otros simplemente encontraron una forma de vida antes de enfrentarse a la terrible realidad que vivimos”.

En esa relación con el teatro, agregó Carrillo, los chicos actores han confesado que este arte es tan satisfactorio como jugar futbol.

El proyecto Tepito pa’l barrio, consta de 12 funciones, de las cuales ya se presentaron cuatro y las restantes aún no tienen fecha ni horario, pues dependen de una serie de permisos, tanto de los habitantes del lugar como de la alcaldía, sin olvidar, los recursos económicos que se requieren en cada una de las producciones.

Virgilio Carrillo contó: No hemos tenido mucha gente en las funciones que hemos dado; tal vez, unas 100 personas, pero también nos hemos dedicado a hablar con quienes se pueda colaborar para hacer esto posible, pues existen conflictos internos en las mismas vecindades. Por ejemplo, en una de las más grandes, habíamos acordado que poníamos la obra, piñatas y tortas, y a ellos les tocaba el ponche y vasos. Y de momento, nos dijeron que había problemas con una parte de la vecindad y desistimos de presentar el montaje.

“Aunque –continúo Carrillo– es real, el alto riesgo que significa meterse en algunos lugares”, el colectivo seguirá recuperando la memoria, la identidad y decir a los chavos que el teatro no les perjudica y además es divertido”.

Ante una tardía respuesta de la alcaldía para poder presentar la obra Recordando a Armando Ramírez, la compañía espera hacerlo en las próximas semanas, pues el montaje involucra dos grupos musicales y alrededor de 20 actores en escena. Esperamos que vayan unas 300 personas, si se puede y no se altera todo por el ómicron.

Este homenaje al escritor y cronista, se proyecta en la Plaza de Santa Ana, entre avenida Peralvillo y Matamoros. Este fue el último lugar donde se reunieron los picudos mexicas: Cuauhtémoc, Cuitláhuac así como los señores de Texcoco y Azcapotzalco; además por aquí pasaban los españoles e incluso Mariano Matamoros dio su primera misa, recordó el fundador de Tepito Arte Acá.

El creador subrayó: “Queremos que sepan que seguimos vivos, tratando de existir, ganando el sustento con teatro y apelando a quien quiera apoyar. Vamos caminando y no hemos dejado de hacerlo; incluso también adoptamos el formato del streaming, iniciamos con tres accesos y en la última cita tuvimos 300”, Susana Meza comentó que las obras del proyecto Tepito pa’l barrio son Gasta Claus, farsa antinavideña y anticonsumista presentada hace unos días, y Somos de maíz, una revaloración de la raíz mesoamericana. Ambos montajes son de su autoría y se llevan a cabo bajo su dirección. Somos de maíz se presentaría en Palomares y el Espacio Cultural Tepito.

En tanto, Recordando a Armando Ramírez se presentará en la Plaza de Santa Ana. “Consta de una selección de textos de la Noche de califas, Quinceañera y Déjame, al tiempo que se entreteje a la historia de Tepito y cómo se refleja éste barrio en la literatura” del autor fallecido en julio de 2019.