Domingo 19 de diciembre de 2021, p. 3
Intérpretes infantiles y muy jóvenes mostraron el futuro de la música tradicional mexicana en el recital que se desarrolló este sábado en la Fábrica de Artes y Oficios (Faro) Cosmos.
La niñez de los ejecutantes destacó mientras se escuchaban el clásico sonido oaxaqueño de la Banda KOPK AM de René Orozco, en el concierto que cerró el segundo Festival de Músicos Tradicionales.
Los jóvenes contagiaron su ritmo a algunos asistentes que se balanceaban al compás de la música de viento de la agrupación de la comunidad mixe de Santiago Amatepec.
En la semioscuridad de la sala, la interpretación compartió por casi una hora con los asistentes el lugar y tiempo en que los músicos se sentían cómodos: su comunidad. Los jóvenes artistas incluso lucían ataviados de la forma tradicional de su origen.
Las líneas de jóvenes mostraron su pericia con los instrumentos y envolvieron el recinto en un aura que evocaba historias de encuentro, vida cotidiana, fiesta, ritualidad, amistad y nostalgia. Fue el llamado emotivo a la pertenencia a partir de la instrumentación de saxofones, clarinetes, trompetas y tuba sousafón.
La edición del segundo Festival de Músicos Tradicionales, organizado por el Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales de la Secretaría de Cultura federal, reunió a 13 artistas y agrupaciones de diversas regiones del país, con expresiones como los sones de la Huasteca de San Luis Potosí, de la Tierra caliente michoacana, Oaxaca y Guerrero, así como trova suriana y boleros yucatecos.
La siguiente parte del programa fue la reunión de los conjuntos de arpa grande de Zicuirán y del Retoño de Zicuirán. Ahí, el son michoacano y su vocalización característica estuvieron acompañados por músicos de edades menores y el baile de tabla de los mismos integrantes de la agrupación.
Ysrael González Castillo explicó que este proyecto intenta rescatar un género de música tradicional que se ejecutaba en fiestas de Michoacán y empezaba a desaparecer, pues sus intérpretes ya no tocan por su avanzada edad o ya fallecieron. Por eso integran a niños.
Ana Margarita Alanís dirige una iniciativa de son con perspectiva de género que busca adaptar el son para las mujeres. En esa lid trabaja con una agrupación de niñas, pues tradicionalmente no había intérpretes mujeres.
Hizo gala de los resultados de su trabajo con varios sones tradicionales michoacanos, en los que incluso adaptaron el tono y los versos.