Jueves 16 de diciembre de 2021, p. 2
Madrid. Especies de plantas superinvasoras están provocando que la flora, incluso en regiones distantes con clara separación geográfica, se vuelva cada vez más similar.
Cuando las plantas exóticas se integran en un ecosistema y se propagan con éxito, en casos raros, pueden contribuir a aumentar la singularidad de la flora regional.
Sin embargo, con mucha más frecuencia, este proceso, conocido como naturalización, conduce a una homogeneización de las flores regionales y, por tanto, a una pérdida neta de la singularidad global.
Estos son los hallazgos de un equipo de investigación internacional dirigido por biólogos de la Universidad de Konstanz publicada en la revista Nature Communications, que observaron la influencia de factores biogeográficos y antropogénicos (creados por el hombre) en la creciente homogeneización regional.
Intervención humana
Los primeros juegan un papel importante en la propagación de plantas exóticas y la pérdida de la singularidad de las floras regionales. Sin embargo, los antropogénicos también tienen un impacto en la propagación de plantas exóticas y la homogeneización global de las floras regionales.
Por ejemplo, las regiones que están ahora o han estado bajo la misma administración política en el pasado exhiben una mayor homogeneización en la composición de sus floras, como en las potencias coloniales europeas y sus antiguas colonias.
En general, las especies de plantas exóticas naturalizadas están impulsando la homogeneización global de las comunidades de plantas regionales, y los seres humanos están haciendo una contribución clara mediante la propagación de plantas exóticas.
A menos que se tomen medidas de protección más efectivas para contrarrestar la propagación y naturalización en curso de las plantas exóticas, éstas continuarán destruyendo la singularidad de nuestros ecosistemas, haciendo del mundo un lugar menos diverso
, asegura el académico Mark van Kleunen, autor principal de la publicación científica.