ya no nos matamos, pero los abismos sociales son los mismos: Santiago Roncagliolo
Entrevistado por la redición de su libro Abril rojo, el escritor menciona cómo Sendero Luminoso mató a más gente que el Estado y los problemas aún no se han resuelto
para obligarte a discutir con otros lectores, para tomar partido por los personajes, para ver quién tenía razón y quién no.Foto Xavier Torres-Bacchetta
Miércoles 15 de diciembre de 2021, p. 4
La novela Abril rojo, que aborda los resabios de la violencia política en Perú y es reditada bajo el sello Seix Barral, es mucho más actual que cuando fue publicada hace 15 años, porque ahora vuelven los discursos polarizados y extremos de la década del 90 del siglo XX en América Latina, sostiene su autor, el peruano Santiago Roncagliolo.
En entrevista desde Barcelona, el escritor agrega que “todo grupo social tiene cosas que no se dicen. Los pecados adolescentes en las familias y la brutalidad en las historias de los países. Cada sociedad se basa en tabúes de los que se prefiere no hablar porque es doloroso y delicado. Me interesa ponernos enfrente de lo que no queremos ver de nosotros mismos y este thriller sigue generando mucho debate”.
Roncagliolo (Lima, 1975) explica que la historia ocurre cuando en Perú ya hay paz pero empiezan a aparecer personas asesinadas. El fiscal Félix Chacaltana Saldívar tiene que preguntarse quiénes son los responsables: los terroristas o los militares. Empieza a descubrir una sociedad en la que todos aprobaban el asesinato, de unos o de otros. En el fondo lo que está investigando es la violencia y la historia de un país
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Refiere que Ayacucho había sido un lugar tan violento y se volvió un símbolo de la estabilidad conseguida. Los turistas ya pueden visitarla en Semana Santa, la más tradicional de América, que al final es una celebración de la muerte como un paso a otra vida. Me gustaba la idea de un lugar en el que los muertos siguen vivos, actuando, y en que la guerra no ha terminado aunque la estén librando los que ya fue-ron asesinados
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La narración representa más ahora que en 2006. Cuando fue escrita, exploraba un tema tabú todavía. Para eso se hacen los libros, para obligarte a discutir con otros lectores, para tomar partido por los personajes, para ver quién tenía razón y quién no
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Destaca su interés por los sitios oscuros en sus novelas, “que en este caso no deja de ser un periodo de la guerra fría latinoamericana. Me interesa hablar de las cosas que una sociedad no quiere hablar, sus propias culpas, sus pecados y cadáveres en el armario.
“La guerra fría de AL y del mundo está en más actualidad que nunca. Hoy vemos a gobernantes como Nicolás Maduro y Daniel Ortega, pero también a Jair Bolsonaro, recuperar la amenaza comunista o la reacción antifacista, como se hacía hace 30 años. El discurso político ha retrocedido.”
El protagonista, el fiscal Chacaltana, empieza pensando que en ese mundo extremo, en esta guerra, trabaja para los buenos pero conforme va avanzando su historia se cuestiona si los suyos son los buenos y si él mismo es tan inocente como cree
, agrega el novelista y dramaturgo.
“Me interesa mucho en el libro mostrarte las cosas de ti que tú mismo no quieres ver. Quizá no eres muy diferente al fiscal Chacaltana y también te crees noble y perfecto, y no quieres abrir el armario de los cadáveres”.
Sobre el fenómeno de Sendero Luminoso, Roncagliolo menciona que no era una guerrilla normal. “Consideraba que Cuba era un Estado de derecha, avanzado, pero burgués. Su identificación no estaba con las guerrillas colombianas o con el Che Guevara, a quien le decían payaso burgués. Sendero se inspira en la Revolución China. Todo un continente que está pensando en Cuba no entiende qué es Sendero Luminoso”.
“Son la única guerrilla que ha matado más que el Estado en América Latina. Abimael Guzmán, como director único de ella, es el terrorista más letal del continente americano. Y también despertaron lo peor del Estado: generaron una reacción de violencia fascista brutal. Eso es lo que va descubriendo Chacaltana, que quizá los suyos no son tan buenos tampoco.”
El también periodista añade que Alberto Fujimori es el presidente que apresó al jefe de Sendero. Este año ha muerto Guzmán, que coincide con la presencia en el gobierno de simpatizantes del grupo armado y una oposición dirigida por la hija del ex mandatario.
“Es como si hubiésemos vuelto a 1990. Se muere Abimael diciendo ‘los problemas no se han resuelto todavía’. Aunque ya no nos matamos, lo cual es un gran paso adelante, los debates, las luchas y los abismos sociales aún son los mismos.”