Sábado 11 de diciembre de 2021, p. 20
Washington. La industria farmacéutica de Estados Unidos tiene una política de precios que perjudica a los más vulnerables, imposibilitados de acceder a medicamentos indispensables, concluyó una investigación del Congreso publicada ayer.
Los estadunidenses gastan en salud unos 11 mil dólares por año, el nivel más alto en todo el mundo industrializado. Los medicamentos representan una parte sustancial de ese gasto.
Los investigadores se centraron en 10 fabricantes a los que acusan de aumentar los precios de los medicamentos en casi cuatro veces la tasa de inflación durante los últimos cinco años.
La investigación del comité reveló que los precios de los medicamentos son injustos e injustificados y están siempre al alza
, dijo a la prensa la congresista Carolyn Maloney, coordinadora de ese trabajo que se extendió por tres años.
El informe de 269 páginas, elaborado por la mayoría demócrata del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, ofrece lo que Maloney describió como un raro vistazo
a las tácticas de las farmacéuticas más rentables del mundo.
Para 12 medicamentos que examinó el comité, los fabricantes aumentaron los precios más de 250 veces desde 2016, afirmó la diputada.
Mindy Salango, diabética y defensora de pacientes de Morgantown, Virginia Occidental, dijo que se ha visto obligada a organizar reuniones clandestinas para darles a los pacientes dosis de insulina a las que de otro modo no podrían acceder.
No somos criminales y nos reunimos en los estacionamientos como si fuéramos criminales. Esto no es atención médica. Es la supervivencia de los más ricos
, dijo a periodistas la activista, quien paga alrededor de 350 dólares (unos 7 mil 350 pesos mexicanos) al mes por la insulina que necesita.
Salango dijo que de acuerdo con diversos estudios una cuarta parte de los diabéticos estadunidenses raciona habitualmente su insulina debido a los altos precios.
Ganancias récord
Las empresas del sector han obtenido ganancias récord a expensas de la vida de los diabéticos y otras personas que padecen enfermedades crónicas y necesitan medicamentos para sobrevivir
, agregó.
El reporte pone el ejemplo del analgésico Lyrica, de Pfizer, que cuesta cuatro veces más de lo que costaba en 2004, y acusa a los laboratorios de modificar medicamentos para obtener una nueva patente y encarecer el precio del producto.
Los demócratas esperan que el informe incida en el debate parlamentario sobre el proyecto de ley de bienestar social Build Back Better (Reconstruir Mejor) de 1.75 billones de dólares del presidente Joe Biden, que se presentará al Senado en las próximas semanas.
Si ese plan se aprueba, pacientes que se atienden bajo el programa estatal Medicare podrán negociar directamente con los fabricantes el precio de algunos medicamentos, incluidos los tratamientos contra el cáncer.
El proyecto gubernamental impone un límite de 35 dólares mensuales al gasto en insulina.
El grupo de presión Pharmaceutical Research and Manufacturers of America (PhRMA) dijo que el proyecto de ley no será favorable a los pacientes y acusaron a los autores del informe de ignorar los problemas del conjunto del sistema, como las tácticas de las aseguradoras, que trasladan los costos más altos a los pacientes vulnerables
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