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Piden ver la violencia de género como razón para dar asilo a mujeres

Autoridades del país, con pocas herramientas para reconocer casos de abuso que ameriten otorgar refugio

 
Periódico La Jornada
Miércoles 8 de diciembre de 2021, p. 10

El Instituto para las Mujeres en la Migración (Imumi) presentó una serie de lineamientos con los que llamó a contemplar la violencia de género como fundamento para otorgarles la condición de refugio, en los que explican que esta violencia no sólo causa desigualdad, sino que es el motivo de la movilidad de muchas mujeres.

Aunque se cuenta con un denso cuerpo de instrumentos jurídicos, nacionales e internacionales, la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) no reconoce esta causa, sino que las ampara bajo la figura de la protección complementaria, indicó el instituto.

Los lineamientos están acompañados de informes temáticos elaborados en colaboración con el Fondo Fiduciario de la Organización de Naciones Unidas para Eliminar la Violencia contra la Mujer, informó Lorena Cano, coordinadora de la clínica jurídica del Imumi.

Destacó que en México, 40 por ciento de quienes solicitan asilo son mujeres, y la mayoría proviene de naciones con altos índices de violencia de género. A pesar del marco normativo internacional, tanto en los países de tránsito como en los de destino, apenas la admiten y no la consideran elemento para reconocerlas como refugiadas.

La convicción del Imumi, agregó, es que las víctimas puedan solicitar refugio en México y volver a iniciar su vida sin miedo.

Junto a panelistas de organizaciones nacionales y de agencias de Naciones Unidas, se señaló que, de acuerdo con los datos del Imumi, por cada 10 mujeres solicitantes de refugio, siete vivieron violencia física, ocho violencia sicológica, seis violencia patrimonial, cuatro violencia económica y dos violencia sexual.

En su mayoría son originarias de Honduras, Venezuela, Guatemala, El Salvador y Cuba, de entre 20 y 31 años de edad.

La realidad es que las autoridades mexicanas encargadas de recibir las solicitudes de asilo y brindar el reconocimiento de la condición de refugiadas cuentan con pocas herramientas conceptuales y metodológicas que les permitan robustecer su argumentación y analizar los casos a la luz de la violencia de género, expuso el instituto en un comunicado.