Las causas se detectan muy tarde
La pandemia de Covid-19 agravó los detonantes
Miércoles 8 de diciembre de 2021, p. 5
La acumulación de grasa en las arterias (ateroesclerosis) inicia desde la infancia, pero puede modificarse para prevenir enfermedades cardiacas, en el cerebro, las piernas y riñones, entre otros órganos. El problema es que se detecta hasta que se presentan las complicaciones graves como infartos al miocardio, advirtieron especialistas.
En la quinta Cumbre Latinoamericana del Colesterol organizada por Pacientes de Corazón (Paco), Gabriela Borrayo, coordinadora de Innovación en Salud en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), resaltó que por falta de detección y control del llamado colesterol malo
, LDL, México registra la mortalidad más alta por infartos al corazón con 27 por ciento contra el promedio de 7 por ciento entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Comentó que durante la pandemia de Covid-19 las personas disminuyeron su actividad física y aumentaron la ingesta de alimentos no saludables, lo cual favoreció el incremento del sobrepeso y obesidad y alteraciones metabólicas como diabetes y en los niveles de colesterol LDL. El efecto se vio en el incremento de la mortalidad durante 2020.
La especialista refirió los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), según los cuales, el año pasado las enfermedades cardiovasculares se mantuvieron como la primera causa de muerte, pero la cantidad de decesos aumentó 62 mil 663, es decir, 28.6 por ciento más con respecto de 2019.
Destacó el reto que plantea este problema de salud, por la mala condición de salud de las personas. Una investigación encabezada por Borrayo, con más de 21 mil derechohabientes del Seguro Social, encontró que 60 por ciento vive con hipertensión arterial; 45.5 con diabetes; 46.8 por ciento es fumador. Estos son los principales factores de riesgo para presentar una enfermedad cardiovascular con alto riesgo de causar discapacidad y muerte prematura.
Rodrigo Gopar Nieto, del área de Urgencias y la Unidad Coronaria del Instituto Nacional de Cardiología, explicó la serie de enfermedades que se desencadenan en individuos con los niveles de colesterol LDL elevados.
La ateroesclerosis no atendida provoca síndrome coronario –se reduce el flujo de circulación sanguínea– insuficiencia cardiaca. Lo siguiente es el infarto al miocardio. Es, dijo el especialista, la crónica de una muerte anunciada
.
Esto es así porque la acumulación de grasa en las arterias empieza desde la infancia. La manera de cambiar el curso de la enfermedad es modificar el estilo de vida, con alimentación saludable, ejercicio físico, evitar el tabaquismo, mantener un peso corporal adecuado, entre otros.
Una vez que se diagnostica la enfermedad, lo que queda es tratar de prevenir las complicaciones mencionadas, lo que no siempre se consigue, sobre todo cuando existe una condición genética y son familias enteras afectadas por el padecimiento.
La hipercolesterolemia familiar es más frecuente de lo que se piensa, pero no se diagnostica ni se atiende, señaló Carlos Aguilar Salinas, de la Unidad de Investigación en Enfermedades Metabólicas del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán.
En México se desconoce la prevalencia del mal, pero a escala global se estima que uno de cada 31 eventos de obstrucción de arterias (cardiopatía isquémica) y una de cada cinco muertes prematuras son provocadas por hipercolesterolemia familiar.