Miércoles 8 de diciembre de 2021, p. a12
Perdió, es verdad, pero al mismo tiempo ganó. Un aparente sinsentido que cobra fuerza para Isaac Pitbull Cruz, peleador que era visto como un rival de bajo perfil y sin posibilidades de ganar; al que las casas de apuesta tenían uno contra 12. La lógica pesaba del lado de la estrella de esa no-che del domingo pasado en Los Ángeles, Gervonta Davis, campeón de peso ligero de la AMB considerado uno de los mejores boxea-dores del momento. La narrati-va de ese combate sugería que Pitbull no sería más que un peldaño o poco más que un sparring para que el estadunidense se luciera.
Todo el mundo lo vio, hice ver mal a un gran campeón como Gervonta, no pudo lucirse conmigo como todos creían
, dice triunfal Cruz, todavía en Los Ángeles.
Muchos pensaban que me iba a noquear, que sólo esperaba el momento para pegarme una zurda para mandarme a la lona, sin embargo lo sorprendí, a Gervonta y a todos los que no creían en mí
, agrega eufórico.
Pitbull sabía que era visto como un escalón. Lejos de lastimar su autoestima, lo hizo sentir mayor coraje y ser más inteligente sobre el cuadrilátero. Si se pensaba que el estilo de Cruz sería frontal y suicida, eligió no conceder errores que Davis capitalizaría sin concesiones. “No dejé que me metiera sus uppers”, explica; trabajé mucho para no hacer su pelea y cerrarlo para pegarle al cuerpo. Al final decía que estaba lastimado de la zurda, pero lo cierto es que lo dejé sin opciones y le compliqué su plan
.
Isaac no presume ser un boxeador de élite, pero asegura que sabe y quiere pelear contra los mejores. Si bien no ganó, este combate sirvió para demostrar que hay un mexicano bravo y que sabe fajarse con el que consideraban imbatible en la división.
Ya me vieron, ya saben quién soy, ahora puedo ir a pedir oportunidades
, asegura.