Entre papeles de colores y ollas de cartón sobresalen las manos de Laura, quien diseña y da los últimos retoques a una piñata de unicornio. Estrellas, flores de nochebuena, superhéroes y personajes infantiles son parte de las creaciones que un grupo de artesanas intenta promover en el deportivo Xochimilco, ante la baja en sus ventas.

En medio de puestos poco concurridos por la baja afluencia de visitantes, resalta el colorido de las tradicionales estrellas de cartón. Parecieran una misma, pero al observar los detalles te das cuenta que no hay ninguna parecida, cada modelo es diferente, platicó Laura Nava, integrante de la cooperativa de piñatas de Acolman.

Su creatividad depende de los cortes, trenzados, amarres o diferentes formas que se den a los tipos de papel con que trabajan: china, crepé, estaño o metálico.

Al igual que Laura, sus compañeros diseñan diariamente –en el local que les asignaron– las piñatas conforme la imaginación los va llevando, pero también las hacen por encargo.

Sin embargo, el oficio de la mujer de 52 años lo combina con otras actividades para mejorar sus ingresos, porque ayer sólo vendió 11 piñatas, ya que si bien su destino es romperlas, por la creatividad de los diseños se compran mayormente para adorno, comentó.

A pesar de la movilidad que se permitió este año, por la baja en el número de contagios de Covid-19, la venta fue mejor; por eso, esperamos que ya vengan los aguinaldos y la gente tenga con qué comprar, comentó.

Las cuatro artesanas, en los días recientes han vivido en la explanada del deportivo Xochimilco, porque regresar a sus hogares en Acolman les llevaría más de tres horas de camino.

En el espacio también está Griselda González, artesana de la Ciudad de México, quien exhibe enormes piñatas de cartón que ella misma crea y que se tardan en preparar en promedio dos días, principalmente por el secado del material.

Griselda y su esposo diseñan las piñatas y reconocen el trabajo de las artesanas de Acolman.