El presidente de la feria, Raúl Padilla, clausuró los nueve días de encuentro con un balance de contrastes
Lunes 6 de diciembre de 2021, p. 6
Guadalajara, Jal., El regreso a la presencialidad en la edición 35 de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, luego de que en 2020 se realizó en formato totalmente en línea, trajo resultados contrastantes, pues, según el presidente del encuentro, Raúl Padilla, acudieron 251 mil 900 personas , debido a las restricciones por la pandemia de Covid-19, contra las 828 mil 266 que asistieron en 2019, pero las editoriales reportaron más ventas.
En el último dato que tenemos, un corte a mitad de la feria (el miércoles pasado), las editoriales informaron que en promedio en ese lapso vendieron entre 50 y 70 por ciento más que en 2019
, explicó.
Durante la presentación del balance de los nueve días de feria, su directora, Marisol Schulz, afirmó que se realizaron 2 mil 649 pruebas aleatorias entre los asistentes para detectar eventuales casos de Covid-19, todas con resultados negativos.
Fue el caso de los invitados a la feria, que para regresar a sus países tuvieron que someterse a pruebas de detección. Cincuenta y seis se hicieron la de PCR y 72 la de antígenos, también todas con resultados negativos.
En general, las restricciones consiguieron disminuir prácticamente todos los rubros comparados con 2019, incluso el económico, en el cual Padilla admitió que existió un déficit de al menos 18 millones de pesos, a pesar de que el costo de esta edición fue de 105 millones 900 mil pesos, muy por debajo de los 140 millones que se erogaron en 2019.
Esta feria estaba tan consolidada que en los años pasados daba entre 12 y 18 millones de pesos de utilidades, que se empleaban para apoyar programas culturales de la Universidad de Guadalajara (organizadora del encuentro) y de la misma FIL, gastos que se cubren con esos excedentes. Confío en que el déficit de unos 18 millones lo vamos a poder abatir con el flujo de la siguiente o las siguientes dos ferias
, agregó Padilla.
Sin embargo, evitó referirse al déficit de casi 25 millones de pesos del año pasado, por el cual, entre 2020 y 2021, la feria acumularía un balance en contra de 43 millones de pesos.
La derrama económica este año, según datos que ofreció la Oficina de Visitantes y Convenciones de Guadalajara, fue de cerca de 700 millones de pesos.
Disminuyó el número de editoriales que acudieron, 2 mil 417 contra mil 223 de 2019; el de profesionales del libro, que en 2019 fueron 18 mil 906 y en esta ocasión 3 mil 278; el de agentes literarios, que bajó a 35 luego de haber tenido 287 hace dos años, y el de medios de comunicación, de 525 a 273, y de representantes de prensa acreditados, de 3 mil 383 bajó a mil 423.
Entre los rubros más golpeados por las restricciones impuestas están las presentaciones de libros, que pasaron de 639 a 450; los foros literarios, de 253 a 127; las actividades musicales, de 121 a 97; los actos para profesionales o especializados, de 217 a 81, y los patrocinadores, de 60 a 49.
Durante la rueda de prensa, Padilla defendió a la FIL de los señalamientos respecto de que se ha convertido en un foro neoliberal por el perfil ideológico de muchos de sus invitados: Esta feria es volteriana
, o sea, da cabida a todas las expresiones ideológicas.
Cada que venía (Carlos) Monsiváis nos preguntaban por qué lo invitábamos; luego, de Miguel Ángel Granados Chapa, porque decían que era enemigo del gobierno. Pero no era nuestro problema. Nos decían de Vicente Rojo; que por qué (Paco Ignacio) Taibo II, ya que él no habla de literatura, pero decíamos que tiene algo que decir. Ahora como que los que irritan al poder son otros; no tenemos la culpa. Invitamos a todas las corrientes de pensamiento; invitamos a muchos, si aceptan o no, ya no es nuestro problema
, apuntó.