Jueves 25 de noviembre de 2021, p. 24
La carta porte es la vía por la cual el gobierno combatirá la informalidad, la cual equivale a 50 por ciento de la economía, sostuvo Raquel Buenrostro, jefa del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Durante su participación en el foro El presente y futuro fiscal de México: desafíos y prospectiva de la reforma fiscal 2022, la funcionaria explicó que una de cada tres mercancías está en la informalidad.
Comentó que la gran reforma
en la miscelánea fiscal no es seguir la política de no crear más impuestos ni aumentarlos, y tampoco el Régimen Simplificado de Confianza, sino la carta porte, herramienta que existe desde 1993, pero que ahora es digital.
El simple hecho de cambiar el papel por la digitalización nos permite un mejor control, un mejor seguimiento y una mejor revisión y, en su caso, fiscalización
, apuntó.
El combate fuerte a la informalidad está en otras dimensiones
, dijo al referirse al uso de ese mecanismo que da cuenta de las mercancías que se mueven en el país.
Destacó que la informalidad representa una tercera parte de los sectores más importantes, aunque refirió que estadísticas oficiales señalan que es más de 50 por ciento. “Ese es el gran universo. El 50 por ciento no lo vamos a lograr trayendo peso por peso, tenemos que traer los miles de millones de pesos para acabar más rápido.
El verdadero combate a la informalidad viene en el ordenamiento de cómo se regula el transporte de bienes y mercancías y para esto la herramienta más simple es la carta porte
, enfatizó.
Mencionó que el gobierno federal ha detectado que la informalidad se encuentra en el contrabando o venta ilícita de productos en comercios no registrados.
Señaló que en todos los sectores la proporción de la informalidad es más de la tercera parte, pues en combustibles es uno de cada tres litros, 38 por ciento en bebidas alcohólicas, 40 por ciento en textiles y 35 por ciento en zapatos.
Acotó que el Régimen Simplificado de Confianza busca hacer más sencillo el pago de impuestos, pues no todos tienen los mismos recursos para contratar contadores y estar al corriente con el SAT; no es para combatir la informalidad, sino para aplicar una mayor justicia tributaria.