Monterrey y Atlas entregaron otro empate sin goles –después del que protagonizaron Pumas y América– para cerrar una jornada gris del inicio en la liguilla del Apertura 2021.

El despegue de esta instancia fue tibio cercano al frío. Sin euforia ni pasión. Dos partidos en los que no hubo un solo gol que alegrara a las aficiones capitalina o regia y salvara la jornada.

Los primeros minutos fueron con un Atlas en un plan prometedor, con un juego vistoso, clásico en su visita a tierras regiomontanas. La pelota pegada al suelo y toques para abrir terreno, el duelo anticipaba buen futbol. Sin embargo, el empuje no duró mucho.

Monterrey tardó en reaccionar y cuando lo hizo no generó jugadas de verdadero peligro. Había más voluntad que futbol y los rojinegros apostaron a un buen planteamiento defensivo que se convirtió en un partido atorado, sin gran salida y sin espectáculo.

Jugadores frustrados

La frustración de los jugadores era notoria. Sin poder lucir, sin crear, sin eficacia, empezaron a expresarlo con entradas un poco pasadas de fuerza y reclamos insolentes. Pronto salieron las tarjetas amarillas para ambos bandos, ahora por una entrada innecesaria, ahora por los reclamos de Maximiliano Meza o Rogelio Funes Mori.

El partido terminó la primera parte atascado. Con un dejo de decepción para los asistentes, quienes no atestiguaron en ese episodio ninguna acción que les arrancara algún alarido.

Al volver del descanso parecía que Monterrey reaccionaba. A los 59 minutos Funes Mori consiguió mandar la pelota a la red, pero cuando celebraban y Javier Aguirre cantaba el gol, un banderín arriba les arruinó la fiesta por un fuera de lugar que recibió el respaldo del videoarbitraje como mero trámite.

Y poco después Vincent Janssen disparó al ángulo, pero la intervención oportuna de Camilo Vargas en la portería salvó a los tapatíos.

Una noche en la que ambos porteros destacaron con sus actuaciones y, en parte, fueron responsables de cerrar sin goles en su duelo de ida en cuartos de final. La otra parte de este resultado se explica por la ineficacia de los encargados de hilar los toques de pelota y tejer las jugadas. Nada. La serie ahora se definirá en Jalisco.